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La CDU designa a un ex juez nazi para elegir al presidente de Alemania

Hans Filbinger, de 90 años, condenó a muerte a un marinero desertor en 1945

La democracia cristiana (CDU) ha desen cadenado en Alemania un gran escándalo político al designar al ex juez de la Marina nazi Hans Filbinger, de 90 años, como uno de los grandes electores que este domingo votarán en la Asamblea Federal en Berlín al futuro presidente del país. Filbinger, que durante 12 años fue primer ministro del Estado de Baden-Würtemberg, tuvo que dimitir en 1978 al descubrirse su pasado de juez nazi que en los últimos días de la guerra condenó a muerte a un marinero, dirigió la ejecución y firmó el acta, en la que constató: "Minutos después el ejecutado dejó de respirar".

A tres días de la elección de presidente federal, el escándalo está servido. La CDU intenta a la chita callando una rehabilitación del llamado "jurista terrible", al que por edad le corresponde abrir la Asamblea Federal. Filbinger dimitió en 1978 sin haber pedido perdón a las familias y llegó a defenderse con la tristemente célebre frase: "Lo que entonces era justo no puede ahora ser injusto". Por aquellos días se habló de la "patológica mala memoria" de Filbinger, que aseguró no acordarse de la ejecución. El político socialdemócrata Egon Bahr se preguntó: "¿A cuántos habrá ejecutado para haberse olvidado de uno?".

Filbinger es la encarnación de lo peor del sistema nazi: los asesinos de escritorio que ni siquiera mataban por ideología, sino para cumplir la ley. Socialdemócratas, los ecopacifistas de Los Verdes y los ex comunistas del Partido del Socialismo Democrático (PDS) se han pronunciado todos a una sobre la "vergonzosa mala elección", tras conocerse que la CDU había seleccionado a Filbinger entre los electores. Este gremio, que se reúne una vez cada cinco años para elegir al presidente, se compone a medias de los 603 diputados del Parlamento Federal (Bundestag) y otros tantos grandes electores designados de forma proporcional por los Estados federados. Cada partido selecciona a figuras destacadas, desde el filósofo Jürgen Habermas al ex futbolista Karl-Heinz Rummenigge.

El dramaturgo Rolf Hochhuth, autor de la obra El vicario sobre el silencio del papa Pío XII ante el Holocausto, tuvo un papel destacado en la caída del entonces primer ministro en 1978, al probar con documentos sus actividades como juez nazi. Los democristianos (CDU / CSU) defendieron a Filbinger y acusaron a Hochhuth de usar documentos facilitados por la Stasi, los servicios secretos de la Alemania comunista. Al final, Filbinger se vio obligado a dimitir ante las pruebas abrumadoras. Ahora parece como si la democracia cristiana quisiera rehabilitarlo. Hochhuth ha vuelto a salir a la palestra y ha dirigido una carta abierta al casi seguro futuro presidente, el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) Horst Köhler, al que apela a no dejarse elegir "por el gánster Filbinger". Hochhuth escribe a Köhler que se colocaría al mismo nivel que Filbinger si se permite que le lleve al cargo "ese vil asesino de soldados".

Filbinger, vota en unas elecciones regionales, en una imagen de archivo.
Filbinger, vota en unas elecciones regionales, en una imagen de archivo.AP
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