_
_
_
_
_

Los ejecutados en China se utilizan por sistema como fuente de órganos para trasplantes, según Human Rights Watch

Los presos ejecutados en China se utilizan sistemáticamente como fuente de órganos para trasplantes destinados a cubrir las necesidades de altos funcionarios o a la exportación. A pesar de la ausencia de estadísticas oficiales, se estima que cada año es ejecutado alrededor de un millar de detenidos en las cárceles chinas, de los que se se aprovechan entre 2.000 y 3.000 órganos, que en ocasiones se extraen antes de la muerte del condenado.El grupo autor de la denuncia se ha basado en los testimonios de médicos y abogados chinos, que aseguran que "se utilizan cada año entre 2.000 y 3.000 órganos de detenidos, sobre todo riñones y córneas, y los funcionarios del Gobierno tienen prioridad para los trasplantes".

El extremo más espeluznante de estos testimonios es que "algunas ejecuciones se llevan a cabo de forma que se garantice que los prisioneros no estén todavía muertos cuando se extraen los órganos". Hay médicos, dice el informe, que llevan a cabo exámenes de los presos antes de la ejecución para ajustar con más precisión el tipo de órgano que se va a emplear y para planificar el inmediato trasplante. Los cirujanos están listos en los lugares de las ejecuciones para no perder tiempo y trasplantar los órganos.

Las autoridades de China han permanecido hasta ahora en silencio cuando se ha tratado de confirmar estas prácticas. Una ley de 1984 ordena que "el uso de cuerpos humanos o de órganos de criminales ejecutados se mantenga en estricto secreto". Fuentes diplomáticas y grupos de derechos humanos creen que se ejecuta a unas 1.000 personas cada año de un tiro en la nuca.

A pesar de que legalmente se debe pedir el consentimiento del ejecutado para poder utilizar sus órganos, en la práctica rara vez se solicita. "La ausencia de garantías jurídicas en China demuestra que toda noción de consentimiento del prisionero para la donación de sus órganos es absurda", según Human Rights Asia, que lanza un llamamiento para que se detengan estas prácticas y para que Naciones Unidas investigue el asunto.

El grupo quiere también que los gobiernos extranjeros intervengan para prohibir a sus empresas o ciudadanos que participen en programas de trasplante de óganos basados en China.

En este y otros informes y testimonios se detallan continuas violaciones de derechos humanos en China, desde la detención arbitraria de disidentes políticos, religiosos y sindicales hasta el aplazamiento indefinido de las conversaciones con la Cruz Roja Internacional para permitir la supervisión de las denuncias de torturas, detenciones y otros abusos.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Ajeno a estas denuncias, el secretario de Comercio, Ron Brown, firmó ayer en Pekín un importante acuerdo de repercusiones multimillonarias por el que se refuerza la cooperación entre China y EE UU en sectores como aviación e infraestructura aeroportuaria, electrónica, tele.comunicaciones,. química, automóviles y servicios. El nuevo marco de relaciones comerciales contempla también- capítulos de propiedad de derechos intelectuales y medidas antidumping.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_