Desolación en el cuartel general de Édouard Balladur
El cuartel general de Édouard Balladur fue invadido anoche por la desolación. "Es incomprensible", "es decepcionante", "hubiese sido el mejor presidente", "han ganado los demagogos"... era lo que pensaban sus seguidores, en su inmensa mayoría jóvenes elegantemente vestidos. Pero están dispuestos a hacer de tripas corazón Y votar el 7 de mayo a favor de Jacques Chirac, "en nombre de la derecha y porque hay que deshacerse de los socialistas a toda costa".'El propio Balladur tuvo que llamarles la atención cuando abuchearon el nombre del alcalde de París.Fue el último baño de masas para el primer ministro, entre jóvenes sudorosos que le recibieron con gritos de "¡Balladur, presidente!" cuando acudió a reconocer su derrota. Sus primeras palabras sobre el hecho de que "Jospin y Chirac disputarán la segunda vuelta" suscitaron un abucheo en el mismo momento en que de sus labios salió el nombre del político gaullista. "Les ordeno que le callen", tuvo que replicar el primer ministro a sus jóvenes cachorros, como un catedrático que impone orden en una clase de revoltosos.
Balladur repitió en silencio sus palabras iniciales y continuó: "Ahora hay que elegir. Todo mi compromiso político está claro. No quiero que se repita lo que ocurrió en 1981 y 1988 [la victoria del candidato socialista]. Haré todo por evitarlo". Su compromiso fue subrayado con aplausos. Se veía venir lo que iba a decir a continuación, pero aun así se hizo difícil de tragar. "En la segunda vuelta votaré por Jacques Chirac". Nuevos murmullos de desaprobación. "Y pido a todos los que me, han apoyado que también lo hagan".
Unidad de la derecha
Al cabo de unos minutos, su auditorio ya hablaba de que todos los balladurianos estarán con Chirac dentro de un par de semanas. "Hay que ser realista y creo que el conjunto de le derecha tiene que unirse", comentó un joven, que puso como ejemplo el buen resultado que había conseguido Jospin a las 48 horas de haber hecho un llamamiento de ese tipo al electorado de izquierda en su mitin del jueves en Lille.
No obstante, había quien no veía seguro el triunfo. "Hay que votar a Chirac, pero no estoy seguro de que vaya a ganar porque es más fácil que gane en la segunda vuelta el que gana la primera", señalaba un pesimista, cuyo sentimiento no era compartido por otra balladurista: "Hay que votar Chirac porque la necesidad, se impone. Con los votos de Chirac y Balladur, tenemos alrededor del 40% y socialistas y comunistas sólo suman el 32%. Desde las elecciones de 1993, la gente está con la derecha".
El populismo de promesas fáciles y el nacionalismo de Chirac echa para atrás a los balladurianos, que esperan moderarle "Chirac tendrá que contar con Balladur en el Gobierno, porque su situación es débil, y con nuestra gente le haremos asumir nuestras ideas", decía esta chica
