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Cuatro ministros surcoreanos, muertos en un atentado en la capital birmana

Las fuerzas armadas y la policía de Corea del Sur fueron puestas en estado de máxima alerta ayer, después de que cuatro ministros del Gobierno surcoreano y otros 11 altos funcionarios murieran en un atentado con bomba en Rangún, la capital de Birmania, donde se encontraban en visita oficial acompañando al presidente, Chun Doo Hwan, que resultó ileso al llegar con retraso al cementerio de la capital birmana, donde se produjo la explosión. Anoche la situación era tensa, pero tranquila, en Seúl, donde se encuentran casualmente dos delegaciones oficiales españolas, una parlamentaria y otra militar.

El presidente Chun había emprendido un viaje oficial por seis países de Asia y el Pacífico el pasado sábado. La primera escala fue Birmania, donde al segundo día de la visita se produjo el atentado. La gira que debía llevar al líder surcoreano a la India, Sri Lanka (antigua Ceilán), Brunei, Australia y Nueva Zelanda quedó inmediatamente suspendida y Chun Doo Hwan emprendió ayer el viaje de vuelta a Seúl.

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Según las noticias llegadas a esta capital, el atentado, con una bomba de relojería, se produjo en el mausoleo de los Mártires, en el cementerio nacional de Rangún, donde Chun iba a depositar una corona de flores.

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El presidente surcoreano y su esposa se salvaron del atentado porque llegaron a la ceremonia con cinco minutos de retraso

Viene de la primera páginaLa comitiva oficial estaba esperando al presidente cuando se produjo la violentísima explosión. Chun Doo-Hwan y su esposa se salvaron de puro milagro porque llegaron a la ceremonia con unos cinco minutos de retraso.

Entre los muertos están el vicepresidente y ministro de Planificación Económica, Suh Suk-Joon; el ministro de Asuntos Exteriores, Lee Bum-Suk; el ministro de Comercio e Industria, Kim Dong Whie, y el ministro de Energía, Suh Sang-Chul. Además perdieron la vida en el atentado el secretario del presidente y su médico particular, el secretario general del partido de Justicia Democrática (en el poder), el embajador surcoreano en Birmania, el secretario de Prensa presidencial y dos escoltas. Entre los heridos está el jefe del Alto Estado Mayor y, al menos, ocho periodistas surcoreanos que acompañaban a Chun en su gira. Tres periodistas birmanos resultaron heridos.

En Seúl, la tensión era evidente anoche y fueron intensificadas las medidas de vigilancia y control en los puntos estratégicos de la capital sureoreana. El atentado ha he cho desaparecer prácticamente a medio Gobierno de Seúl, incluidos los cerebros de la política exterior y económica.

La noticia del atentado conmocionó a Corea del Sur cinco semanas después del trágico incidente del avión comercial derribado por. los soviéticos, en el que perdieron la vida 269 personas. El grave atentado se produce, además, unas semanas antes de la proyectada visita del presidente norteamericano, Ronald Reagan, quien, a causa de la crisis interna filipina, suspendió su viaje a Manila, Bangkok y Yakarta, pero conservó sus planes de viajar a Tokio y Seúl

Patrullas de policía

Diversas autoridades surcoreanas, entre ellas el secretario de Prensa, Hwang Sun-Pil, acusaron inmediatamente a Corea del Norte como autora del atentado. Las fuerzas armadas entraron en estado de máxima alerta y la policía patrullaba anoche Seúl, que se encuentra sólo a unos 50 kilómetros al sur de la zona desmilitarizada que separa a las dos Coreas desde el armisticio de 1953.

El presidente Chun Doo-Hwan, que llegó al poder tras el asesinato, en oscuras circunstancias, de Park Chung Hee en 1979, no suele viajar al extranjero, y ésta era su cuarta salida oficial y la más larga, que iba a durar 18 días. Chun llegará el lunes a Seúl, donde se celebrarán solemnes funerales por los miembros del Gobierno muertos en el atentado y donde se espera que se declaren varios días de luto oficial. Están previstas varias reuniones urgentes del Gabinete y casi seguramente la Embajada española tendrá que suspender la recepción oficial del 12 de octubre.

El atentado coincidió con la celebración en Seúl de la reunión de la Unión Interparlamentaria Mundial (UIM), organización que agrupa a 98 países de todo el mundo, entre ellos España. La delegación española está presidida por el diputado socialista por la Rioja Javier Sáenz Cosculluela y compuesta por 10 parlamentarios del PSOE, Alianza Popular, UCD y PNV. La reunión podría verse afectada por este suceso.

Una delegación del Ejército del Aire español, presidida por el jefe del Estado Mayor del Aire, teniente general Emilio García Conde, llegó ayer mismo a Seúl y tuvo noticia del atentado en el aeropuerto de Kimpo. El programa de esta visita también se verá afectado, ya que el jefe del Estado Mayor del Aire surcoreano no podrá acompañar a su colega español.

En un país neutral

Corea del Norte se ha opuesto a la celebración de esta reunión de la UIM en Seúl y ha presionado a Gobiernos y partidos políticos para que no asistieran a la misma, porque supone un reconocimiento de hecho de Corea del Sur. No es de extrañar que el régimen de Seúl, que mantiene una guerra fría, rozando a veces lo caliente, con su vecino del Norte desde hace 30 años vea en este atentado un intento de abortar la reunión y de desestabilizar el régimen del Sur.

En cuanto a Birmania, país donde se produjo el atentado, mantiene una línea de neutralidad hacia las dos Coreas, a las que reconoció en 1975. Chun Doo Hwan estaba satisfecho de esta visita, que permitía a su régimen estrechar lazos no sólo con Birmania, sino con potencias como la India y Australia, de gran interés económico para la tecnología de Corea del Sur.

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