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La CIA confirma la muerte de siete agentes en un atentado suicida en Afganistán

Es uno de los ataques más graves sufridos por EE UU en ocho años de conflicto - Un portavoz talibán reivindica la autoría

La CIA ha confirmado hoy que siete de sus agentes murieron y otros seis resultaron heridos en uno de los ataques más cruentos de los sufridos por EE UU en Afganistán durante ocho años de guerra e incluso de la historia de la agencia de espionaje norteamericana. Un terrorista suicida hizo estallar el miércoles la carga explosiva que llevaba en el interior de un recinto militar, empleado como puesto de vigilancia de la CIA.

En un comunicado, la agencia ha precisado que no difundirá los nombres de las víctimas ni detalles sobre el trabajo que desarrollaban, arguyendo la "sensibilidad de su misión y otras operaciones en marcha".

"Aquellos que perdieron la vida ayer estaban lejos de casa y cerca del enemigo, haciendo el trabajo duro que debe hacerse para proteger a nuestro país del terrorismo", ha dicho el director de la CIA, Leon Panetta. "Les debemos nuestra más profunda gratitud, y les prometemos a ellos y a sus familias que nunca dejaremos de combatir por la causa a la cual dedicaron sus vidas: un EE UU más seguro", ha agregado.

El atacante logró esquivar la seguridad del recinto y, ya en el interior, detonó un cinturón con explosivos hiriendo, además, a otras seis personas, varias de ellas de gravedad, y entre las que no se encuentra personal militar. Las primeras investigaciones apuntan a que la detonación se realizó en una sala utilizada como gimnasio por los huéspedes de la base.

Los talibanes reivindican el ataque

Este jueves, los talibanes se han atribuido la responsabilidad del atentado, asegurando que el atacante era un soldado del Ejército afgano que vestía su uniforme de las Fuerzas Armadas. "Este ataque mortal ha sido cometido por un miembro del Ejército afgano, cuando los funcionarios [estadounidenses] estaban ocupados en la obtención de información sobre los muyahidines", ha afirmado a Reuters el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.

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Un supuesto miembro de la red integrista Haqqani, que tiene vínculos con el movimiento de los talibanes, ha asegurado que ha sido un soldado del Ejército afgano el que perpetró el ataque suicida. "El soldado afgano había estado pidiendo una chaqueta suicida a los talibanes desde hacía tiempo. Finalmente, los talibanes se la dieron y llevó a cabo el ataque suicida dentro de la agencia de inteligencia de EE UU en el viejo aeropuerto de Khost", afirmó el supuesto portavoz de la organización, Salahuddin Ayubi, a la agencia afgana AIP.

"Esta es la pesadilla que hemos estado temiendo desde que entramos en Afganistán e Irak", ha afirmado John E. McLaughlin, ex responsable de inteligencia que ahora presta ayuda a los hijos de empleados la CIA muertos durante el desempeño de su trabajo. "Nuestra gente está a menudo fuera de la línea de frente, sin protección de la fuerza adecuada, y ponen sus vidas, literalmente, en peligro", ha lamentado.

El de ayer es el ataque más grave desde el registrado en 1983 contra la embajada norteamericana en Líbano, en el que murieron ocho funcionarios de la inteligencia en un sólo día. La CIA había reconocido hasta la fecha la muerte de cuatro de sus agentes en la guerra de Afganistán de los últimos ocho años. En su memorial de la sede central de Langley hay 90 estrellas que representan al total de caídos de la CIA en su historia.

Por otra parte un número indeterminado de civiles han muerto como consecuencia de un bombardeo aéreo en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, según ha informado un portavoz del gobernador provincial. "Una patrulla de las tropas extranjeras sufrió una emboscada de los talibanes hacia las tres de la tarde, tras lo cual vinieron los aviones, bombardearon la zona y causaron víctimas civiles", ha explicado.

Cinco canadienses muertos en un atentado en Kandahar

Cuatro soldados canadienses y una periodista de la misma nacionalidad han fallecido en Kandahar, al sur del país, al ser alcanzado su vehículo blindado por una bomba.

La periodista fallecida era Michelle Lang, de 34 años de edad, quien trabajaba como reportera para el diario Calgary Herald. Lang gozaba de prestigio profesional en Canadá, especialmente desde que en 2008 fuese galardonada con el Premio Nacional de Prensa del país al reportaje más impactante del año.

El atentado, en el que también resultaron heridos otros cuatro soldados y un funcionario canadienses, ha ocurrido a unos cuatro kilómetros a las afueras de la ciudad de Kandahar, según ha asegurado el Ministerio de Defensa de Canadá mediante un comunicado difundido en su página web.

Insurgentes afganos secuestran a dos periodistas franceses

Un grupo de insurgentes ha secuestrado a dos periodistas franceses junto a su chófer y su intérprete en una zona del noreste de Afganistán. Un portavoz policial de la provincia de Kapisa -a unos 120 kilómetros de Kabul- ha contado a la agencia Reuters que el grupo se dirigía en coche por esa zona cuando fue interceptado por los insurgentes.

Según la prensa francesa, los periodistas trabajan para el canal de televisión France 3. De momento, el Ministerio de Exteriores francés no ha realizado comentarios.

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