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Asesinada la directora de la cárcel que acoge a 11 guardaespaldas del jefe del 'cartel de Cali'

De tres tiros fue asesinada en la noche del sábado, Marta Elena Sánchez, directora de la cárcel de Palmira, donde se encuentran recluidos 11 presuntos guardaespaldas de Miguel Rodríguez Orejuela, el máximo capo del cartel de Cafi. La abogada, de 40 años, salió del penal para realizar unas compras cuando fue atacada desde un coche. Ella, una mujer soltera a la que no le temblaba el pulso para manejar a 696 reclusos, murió al instante. Su guardaespaldas resultó herido. El atentado no ha sido vinculado de forma oficial a una acción del cartel de Cali ni con la reciente fuga del tercer hombre de esta organización, José Santacruz, quien el jueves escapó de una cárcel de máxima seguridad de Bogotá.

Palmira es una ciudad vecina a Cali, tanto que es una especie dé dormitorio para muchos, trabajadores caleños. La cárcel que dirigía esta veterana funcionaria de prisiones es una de las cinco que en Colombia tiene pabellones de alta seguridad. Trreinta y ocho reclusos permanecen en este pabellón, entre ellos Juan José Bellini, ex presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, acusado por Vínculos con el cartel de Cali y 11 presuntos encargados de la seguridad del jefe del cartel, Miguel Rodríguez Orejuela. También están recluidos allí varios guerrilleros.

La directora dio una muestra de fortaleza cuando negó el permiso para introducir en la cárcel una mesa de billar solicitada por Bellini. Pero la prensa y los investigadores destacan como posible móvil del asesinato las requisas por sorpresa que en días pasados ordenó entre los reclusos. Extraoficialmente se ha dicho también que en la última semana Marta Elena recibió una carta en la cual la guerrilla la acusaba de malos tratos a los presos políticos.

Varios detenidos del cartel de Cali han solicitado su traslado al penal de Palmira, entre ellos el prófugo José Santacruz. Lo pidió desde la prisión de La Picota, de la cual se evadió, y lo hizo ayer de nuevo en una carta enviada al fiscal, Alfonso Valdivieso. Esta carta lleva la huella digital de Santacruz siguiendo la moda impuesta por Pablo Escobar, jefe del cartel de Medellín muerto hace dos años. En esta carta, don Chepe, como lo llaman sus subalternos, anuncia su voluntad de regresar a prisión, pero afirma que lo hará si se le asegura, entre otras, su permanencia en la cárcel de Palmira.

Desde la clandestinidad, Santacruz manifiesta su protesta por los atropellos y violación de derechos que, según él, se dieron desde el mismo momento de su captura. La carta trae implícita una amenaza y una advertencia: "No deseamos generar más acciones violentas al estilo de Pablo Escobar", pero "no aceptarnos más atro pellos".

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Se refiere también a la extradición: "Sé de las intenciones dañinas del Gobierno, que presionado por EE UU pretende implantar nuevamente la extradición de colombianos". Y la extradición, que causa escozor entre los colombianos, será obligado tema del encuentro de mañana entre el presidente, Ernesto Samper, y el director de la CIA, John Deutch.

Ayer se especulaba sobre la presencia de Santacruz en Perú. El rumor surgió tras un asalto a la Embajada colombiana en Lima. Cuatro encapuchados robaron documentos jurídicos confidenciales, al parecer relacionados con el ex presidente peruano Alan García, actualmente asilado en Francia.

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