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'L'Espresso' liga a Cossiga con la logia P-2 de Gelli

Juan Arias

Una guerra a muerte acaba de estallar entre el jefe del Estado italiano, Francesco Cossiga, y el prestigioso semanario político L'Espresso, que en un informe de seis páginas insinúa que el presidente estuvo involucrado en la logia seudomasónica secreta Propaganda Due (P-2) de Licio Gelli. El escándalo surge en un ambiente político muy tenso tras el reciente desplante de los ministros y subsecretarios del ala izquierda de la Democracia Cristiana (DC) al Gobierno presidido por Giulio Andreotti.

La reacción de Cossiga contra el contenido del artículo, titulado Revelaciones. Caso Cossiga: CIA + P-2 = P-7, ha sido durísima: "Es indecente, indecoroso y ofensivo". El jefe del Estado acusa a la revista de defender "oscuros intereses políticos y no políticos" para intentar "deslegitimar" sus recientes iniciativas encaminadas, según él, a descubrir algunos de los misterios que rodean el funcionamiento del Estado italiano. La presidencia considera que el artículo ofende asimismo a "jefes de Estado aliados y amigos", refiriéndose probablemente a Ronald Reagan y George Bush. El actual presidente de EE UU era director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) cuando (1966), según lo revelado por el ex agente Richard Brenneke a la cadena de televisión estatal (RAI-TV), los servicios secretos estadounidenses desembolsaron cada mes 10 millones de dólares a Licio Gelli para fomentar el terrorismo en Italia e impedir la entrada de los comunistas en el Gobierno.L'Espresso, que fue la primera publicación en desvelar los secretos de Licio Gelli y los embrollos de su logia P-2, que intentó dar un golpe blanco en Italia, le ha asegurado al presidente de la República que el reportaje "no tiene la menor intención de ofender al jefe del Estado ni responde a ningún motivo extraño o interés oscuro".

Quizá lo que más ha irritado a Cossiga ha sido el título de uno de los despieces publicados por LEspresso, que reproduce la expresión cariñosa y familiar con la que Cossiga -según un amigo de Gelli, Francesco Pazienza- se dirigía al maestre venerable de la P-2: "Caro Licino, fetentone mio". El artículo reproduce revelaciones hechas al magistrado Domenica Sica, hoy alto comisario contra la Mafia, por el entonces subdirector de Asuntos Reservados del Ministerio del Interior, Giovanni Fanelli, que resultó ser uno de los grandes confidentes de Gelli y que había asistido a 160 sesiones de iniciación a la P-2. En sus declaraciones ante Sica, Fanelli afirmó que él no había visto nada de malo en la logia P-2, ya que, afirmó, "Licio Gelli mantenía relaciones con Andreotti y Cossiga". Y añadió que lo sabía "con certeza" porque, dijo, "yo acompañé personalmente a Gelli a dichas citas y le esperaba en el coche".

"Yo acepto"

Por su parte, Pazienza, en un documento firmado de su puño y letra, ha afirmado, según L'Espresso, que Gelli le había contado que en la crisis que llevó a Cossiga a la presidencia del Gobierno había afirmado: "He hablado con el principal candidato a la presidencia del Cons o, el onorevole Cossiga. Y me ha dicho: 'Si tú me apoyas, yo acepto".

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L'Espresso considera que estas declaraciones, "enterradas en la montaña de documentos de la investigación sobre la P-2", asumen hoy día "un particular valor, porque revelan las relaciones personales entre el jefe del Estado y el maestre venerable, y porque Cossiga ha tomado últimamente posición en asuntos en los que estaban directamente implicados exponentes de la masonería". El semanario se refiere a la defensa que Cossiga hizo el 21 de marzo del juez Angelo Vella, cuya carrera había sido bloqueada por el Consejo Superior de la Magistratura por su declarada afiliación a la masonería.

El diario Corriere della Sera se preguntaba ayer por qué el semanario ha tardado tanto en publicar esta información, y afirma: "Si el lector asocia este último episodio a lo que está pasando en el Parlamento y su vecindad podrá darse cuenta del bajo nivel en el que está cayendo, cada día más, la lucha política en Italia".

Precisamente ayer, Ciriaco de Mita acusó al presidente del Gobierno y compañero de partido, Giulio Andreotti, de estar "jugando con cartas falsas", mientras que el líder socialista, Bettino Craxi, dice estar harto de verse obligado "`a tragarse kilos de sapos sin reaccionar", y anuncia que muy pronto empezará a "escupir alguno". Craxi -cuyo partido forma parte del pentapartidio en el poder- ha sido acusado de obligar a Andreotti a solicitar un voto de confianza parlamentaria sobre la ley de televisión piara favorecer a Silvio Berlusconi.

Por su parte, el semanario Panorama publicará en su próximo número una entrevista con Licio Gelli en laque habla de sus antiguas amistades con Jimmy Carter, Reagan y Bush. Y añade que ha sido amigo de casi todas las personalidades italianas, desde Cossiga, a quien conocía ya antes de ser ministro del Interior, hasta Craxi.

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