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Reportaje:

Cameron fumaba porros de joven... ¿Y qué?

Los británicos acogen con indiferencia las revelaciones de la prensa sobre el líder del Partido Conservador

La prensa londinense abrió sus ediciones dominicales con el presunto escándalo de que el líder del Partido Conservador, David Cameron, fumaba porros cuando era joven y a los 15 años casi fue expulsado por ello del elitista colegio en que estudiaba. Pero a los británicos parece llamarles más la atención el hecho mismo de que sus medios -que lo presentan como una gran exclusiva- le den tanta importancia a un hecho tan trivial, a juzgar por las reacciones de lectores y televidentes publicadas ayer en las páginas de Internet de esos medios.

La historia no es nueva y David Cameron ya aseguró en su día, y volvió a reiterar ayer, que no ha vuelto a fumar porros desde que es miembro del Parlamento, pero el Mail on Sunday dio ayer nuevos detalles a partir de un libro -Cameron, el auge de un nuevo conservador- que va a serializar. Esto es un sistema muy socorrido para la prensa londinense, sobre todo en la sensacionalista: compran los derechos de un libro y presentan los detalles más sórdidos de la historia como si fuera una gran noticia. Los detalles de la gran exclusiva se refieren en esta ocasión a que Cameron formaba parte de un grupo de siete alumnos sorprendidos por un profesor de Eton fumando cannabis en 1982.

La policía fue llamada al colegio, pero el que 25 años después sería líder del Partido Conservador ni siquiera fue expulsado porque sólo era consumidor y no traficante.

Fue castigado, eso sí, sin salir de las instalaciones del colegio, sin recibir visitas y sin privilegios. También le obligaron a copiar cientos de líneas de poesía en latín, según relata en el libro un ex alumno de Eton.

Según el libro, Cameron ha reconocido los hechos en privado y ha admitido también que siguió fumando porros más adelante, cuando estudiaba en la Universidad de Oxford.

Las acusaciones ya ocuparon numerosos titulares de prensa cuando Cameron se presentó como candidato a liderar a los tories en otoño de 2005. El candidato, interrogado en un coloquio en televisión sobre si alguna vez había probado drogas, dejó claro entonces que no había usado drogas desde que fue elegido diputado y que lo que hizo antes de entrar en política no es asunto de la opinión pública.

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Cameron se reiteró ayer en esa posición al atender brevísimamente a los medios: "Como mucha gente, he hecho cosas cuando era joven que no tenía que haber hecho y que lamento. Pero creo que los políticos tienen derecho a tener un pasado que es privado y que ha de seguir siendo privado, por lo que no voy a hacer ningún comentario sobre lo que publican hoy los periódicos".

El asunto, desvelado por uno de los diarios más conservadores del país, no parece que vaya a hacerle ningún daño político: los adultos parecen coincidir con él en que los pecadillos de juventud -al menos mientras estén dentro de ciertos límites- no afectan a su capacidad como político hoy, y a muchos jóvenes puede parecerles más positivo que negativo el que el líder del partido tradicionalista por excelencia haya jugueteado con el cannabis. Ni siquiera sus rivales laboristas quisieron sacar punta a las revelaciones.

David Cameron parece haber seguido los consejos del ex político tory Michael Portillo de no confirmar ni desmentir nada semejante, después de que él mismo quedara en 2001 descabalgado de la carrera al liderazgo conservador tras admitir que de joven tuvo experiencias homosexuales.

David Cameron habla con la prensa ayer en su casa cerca de Witney (Inglaterra).
David Cameron habla con la prensa ayer en su casa cerca de Witney (Inglaterra).ASSOCIATED PRESS

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