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Capturados en el templo

El Gobierno mexicano detiene a dos cabecillas del cartel de la Familia Michoacana en un operativo realizado durante una ceremonia religiosa

El Gobierno mexicano propinó un nuevo golpe al cartel de la Familia Michoacana. Ayer fueron presentados ante la opinión pública Miguel Ángel Beraza Villa, conocido como La Troca, y Rafael Hernández Harrison, apodado La Cuchara. Se trata, según las autoridades, de dos elementos clave de esta organización criminal. El primero estaría encargado de organizar el tráfico de drogas sintéticas y el segundo, del planeamiento de extorsiones y del control de los laboratorios en Apatzingán, en el Estado de Michoacán, a unos 500 kilómetros al sur de la capital del país.

El golpe ha sido particularmente vistoso porque la detención de los cabecillas ocurrió en una iglesia, sin que se disparara un solo tiro y tras una sofisticada labor de inteligencia.

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La policía federal averiguó que el sábado se efectuaría una ceremonia en la iglesia del Perpetuo Socorro de Apatzingán. En un principio se habló de que a la misa asistiría Servando Gómez Martínez, La Tuta, uno de los máximos líderes de la Familia Michoacana y que ganó notoriedad el mes pasado, cuando, en una llamada a un programa de televisión, denostó a los funcionarios policiales y formuló una propuesta de diálogo al presidente mexicano, Felipe Calderón.

El sábado llegaron a la iglesia unos 200 efectivos, que detuvieron de inmediato a los 80 asistentes a la ceremonia, entre ellos el sacerdote y algunos niños. Unos 35 resultaron detenidos y las autoridades decomisaron, entre otras cosas, unos 13.000 dólares en efectivo, 4.500 pastillas psicotrópicas, un ordenador portátil y teléfonos móviles.

Aunque La Tuta no fue detenido, el operativo tuvo su recompensa. Beraza Villa era también buscado desde hace años por la agencia antidrogas estadounidense (DEA por sus siglas en inglés). En Estados Unidos es acusado de introducir una droga llamada Ice, que trafica gracias a las alianzas que la Familia Michoacana ha tejido con otra organización criminal: el cartel de Sinaloa, que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán, prófugo desde 2001 y poseedor de una fortuna que le ha llevado a figurar entre los hombres más ricos del mundo, según la revista estadounidense Fortune.

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Entre los carteles mexicanos de la droga, la Familia Michoacana se distingue porque, además de su adiestramiento en el manejo de las armas y en la producción y tráfico de drogas, sus integrantes respetan algunos "principios", una mística no reñida con la religión.

De hecho, en abril fue detenido en la celebración del bautizo de su nieta Rafael Cedeño Hernández, El Cede, lugarteniente de la banda e identificado como uno de los ideólogos de la organización. Cedeño diseñaba e implementaba un "programa de valores" que se inculca a los jóvenes que son reclutados en la organización, a los que se les enseña a mantener una búsqueda de superación personal.

Este es el segundo golpe en menos de siete días que recibe el cartel del que forma parte La Tuta. Su novia, Lourdes Medina, y uno de sus operadores financieros fueron detenidos la semana pasada.

Miguel Ángel Beraza, La Troca (centro), y Rafael Hernández, La Cuchara, tras su detención en Apatzingán (sur del país).
Miguel Ángel Beraza, La Troca (centro), y Rafael Hernández, La Cuchara, tras su detención en Apatzingán (sur del país).EFE

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