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Chávez expropia la cementera Cemex tras fracasar en el intento de comprarla

Venezuela nacionaliza la francesa Lafarge y la suiza Holcim mediante un pacto

A las bravas. El Gobierno venezolano asumió en la medianoche del lunes el control de las cuatro plantas que Cementos Mexicanos (Cemex) tiene en el país, después de que la empresa, la tercera en el mundo de su ramo, rechazara la oferta económica del Ejecutivo que encabeza Hugo Chávez para fijar un precio por los activos.

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"Vamos a tomar las plantas cementeras porque se acabó el plazo y pasan a manos del Estado (...) como pasó con la Siderúrgica del Orinoco [Sidor], como pasó con la Faja del Orinoco, como pasó con la Compañía Nacional de Teléfonos de Venezuela [CANTV]. Todos son pasos al socialismo", afirmó el mandatario venezolano en un acto celebrado en el Estado de Guárico, en el centro de país.

Horas después, cientos de sus simpatizantes, vestidos de rojo y liderados por el ministro de Energía y presidente de Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez, entraron con banderas y pitos en las instalaciones de Cemex en Pertigalete, en el Estado de Anzoátegui, a unos 350 kilómetros al este de Caracas. "Se activa a partir de este momento un decreto de expropiación", declaró el ministro Ramírez, que calificó a la empresa de "enclave depredador".

El Gobierno mexicano salió en defensa de Cemex tras conocer la expropiación y exigió formalmente a Caracas que siga adelante con las negociaciones "sobre la base de los principios de diálogo, trato no discriminatorio, concertación y apertura y conforme al marco legal aplicable", informó el Ministerio de Exteriores mexicano en un comunicado. La nota se hizo pública poco después de que el embajador de México en Venezuela, Mario Chacón, denunciara que Cemex había sido víctima de "un trato discriminatorio", informa Efe.

Cemex pedía 1.300 millones de dólares (unos 800 millones de euros) por sus plantas, que producen el 50% del cemento de Venezuela, pero el Gobierno sólo ofreció unos 800 millones (540 millones de euros). El ministro venezolano de Finanzas, Alí Rodríguez Araque, afirmó anoche que el valor de "todos" los activos de la compañía en Venezuela "no llegaría a 400 millones" de dólares (270 millones de euros).

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Chávez ordenó en abril la estatización de las tres principales cementeras que operan en Venezuela (Cemex, la francesa Lafarge y la suiza Holcim) esgrimiendo su "carácter estratégico". El plazo para llegar a un acuerdo vencía en la medianoche del lunes.

"Ya tenemos bajo control del Estado venezolano todas las plantas de Cemex a nivel nacional. Se han cumplido los extremos de la ley", afirmó Ramírez. Sin embargo, en el Estado de Zulia, a 700 kilómetros al oeste de Caracas, la prensa local informó de que la Guardia Nacional (policía militarizada) entró en las instalaciones de Cemex horas antes de que se materializara la expropiación.

Mientras, Lafarge y Holcim llegaron a un acuerdo con el Gobierno el lunes pasado y aceptaron mantenerse como socios minoritarios. Lafarge vendió el 89% de sus acciones al Estado por 267 millones de dólares, y Holcim se deshizo del 85% por 552 millones.

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