Clinton considera la reanudación del diálogo entre Cuba y EE UU "un paso positivo"

El reciente acuerdo entre Estados Unidos y Cuba para retomar las negociaciones directas sobre inmigración supone para la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, un "paso positivo" entre ambos países. Con estas palabras se ha referido la secretaria a la decisión del Gobierno de la isla de aceptar la invitación de Washington para reanudar el diálogo, interrumpido por la Administración del ex presidente George W. Bush en enero de 2004. Cuba también ha propuesto también el reestablecimiento de las negociaciones sobre el envío postal entre ambos países, suspendido desde hace décadas.

"El presidente Obama y yo estamos comprometidos con un nuevo acercamiento", ha asegurado Clinton durante una rueda de prensa ofrecida en El Salvador, donde asistirá este lunes a la toma de posesión del nuevo presidente Mauricio Funes. La secretaria de Estado, que asistirá el martes en Honduras a una reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA), ha indicado que durante "los últimos cuatro meses" se han conseguido "más avances" de los que se hicieron en "varios años".

Se espera que la mayoría de los países iberoamericanos soliciten a la OEA el reingreso de Cuba en la organización, que suspendió la membresía de la isla en 1962 por su alineamiento con el bloque soviético. Sin embargo, Clinton ha reafirmado que EE UU no apoyará este ingreso hasta que el Ejecutivo de Raúl Castro adopte los principios democráticos suscritos por la organización. "La integración en la OEA es algo que conlleva responsabilidades y todos debemos rendir cuentas ante los demás", dijo la secretaria de Estado.

"Estas responsabilidades incluyen obedecer los principios de la democracia y los derechos humanos consagrados en la carta de la OEA, y la carta interamericana", agregó. Cuba ha dicho que no tiene ningún interés por reincoporarse a la OEA, que el ex presidente Fidel Castro calificó hace poco como "repugnante".

Acercamiento

Clinton ha añadido que las conversaciones se celebrarán por el "interés de Estados Unidos y también por el interés de los cubanos". "Al mismo tiempo, continuaremos presionando al Gobierno cubano para que proteja los derechos fundamentales, libere a los presos políticos y avance en las reformas democráticas", ha agregado.

Aún se desconoce cuando se reanudarán las conversaciones sobre inmigración, que podrían contribuir a detener las posibilidades de un éxodo masivo de cubanos y refugiados como el que se produjo en 1980 y se repitió en 1994. "Creemos que la cooperación en materia de inmigración puede mejorar nuestro nivel de seguridad", aseguró la secretaria de Estado.

Miembros del Gobierno estadounidense han señalado que los dirigentes cubanos también han mostrado interés en mantener conversaciones sobre narcotráfico, terrorismo y respuesta ante desastres naturales, cuestiones sobre las que ambos países se han prestado colaboración esporádica desde la imposición del embargo.