Comienza la entrega de tres rehenes

El Gobierno colombiano puso plazo a la operación humanitaria que terminará con la liberación de tres secuestrados en manos de las FARC: hasta las siete de la noche de mañana domingo dos helicópteros y tres aviones venezolanos tienen permiso para surcar el espacio aéreo de este país. La Operación Emmanuel, como la bautizó el presidente venezolano, Hugo Chávez, en honor del niño nacido en la selva, hijo de una de las liberadas, Clara Rojas, y un guerrillero, empezó ayer.

Por la tarde llegaron a Villavicencio, ciudad de 300.000 habitantes al este de Bogotá, dos helicópteros de rescate, uno de ellos con equipos médicos, la avanzada de la caravana humanitaria aérea. Procedían de una base militar venezolana, de donde despegaron tras una orden de Chávez, que ha invitado al cineasta estadounidense Oliver Stone a participar en la misión.

En la madrugada de hoy estaba previsto que helicópteros de fabricación rusa, con la insignia de la Cruz Roja Internacional, se internen en la selva y en algún lugar de esa inmensidad los están esperando los secuestrados.

El alto comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo, recordó que es necesario actuar coordinadamente con las autoridades venezolanas "para brindar las garantías necesarias" en esta segunda y definitiva etapa de la misión. Restrepo, delegado colombiano en esta liberación, y el comandante de las fuerzas militares general Freddy Padilla, llegaron a esta ciudad y en la base militar de Apiay "ajustaron áreas y zonas" para asegurar que todo salga bien. Desde esta base aérea, cercana al aeropuerto local, se coordinan muchas de las acciones militares en la lucha contra la guerrilla y el narcotráfico.

El mal tiempo podría jugar en contra del enredado operativo en el que actúan como garantes delegados de varios países. El aeropuerto de esta ciudad es de operación visual; no cuenta con sistemas electrónicos de aproximación por instrumentos. Se cierra de seis de la tarde a las seis de la mañana y cada vez que las condiciones meteorológicas impiden una operación segura. Estos días, sin embargo, el cielo ha estado despejado.

"El Gobierno de Colombia confía y tiene todo dispuesto para que este operativo humanitario tenga un feliz término", manifestó el portavoz gubernamental Cesar Mauricio Velázquez a los periodistas. Sin embargo, no está prevista la presencia del presidente Álvaro Uribe. Los hospitales de la región están en alerta máxima y hasta un grupo de enfermeros indígenas, están listos para hacer frente a un imprevisto. Sólo ellos son capaces de orientarse en la selva.

En la tarde de ayer, los familiares de los secuestrados recibieron la orden de esperar en Caracas el regreso de sus familiares. Con ellos se encuentran parientes de otros canjeables, las 45 personas que las FARC pretenden cambiar por sus combatientes en prisión.