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Condoleezza Rice viaja a Medellín para impulsar el TLC con Colombia

Estará acompañada de 10 congresistas demócratas y escépticos con el tratado

El Gobierno de George W. Bush está empeñado en sacar adelante el tratado de libre comercio (TLC) entre EE UU y Colombia. Para darle un nuevo impulso llega hoy a Medellín la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice. Y no viene sola: la acompañan altos funcionarios y 10 congresistas, todos demócratas. El Partido Demócrata se opone al tratado, entre otras cosas, por el clima de hostilidad contra el sindicalismo en Colombia y por las malas condiciones de los trabajadores en este país. Los demócratas, además, creen que el TLC aumentaría el riesgo de exportar productos baratos mediante la sobreexplotación de los obreros. Por eso, durante la visita de Rice y su comitiva, la idea es mostrar a los visitantes que las cosas han cambiado.

En los dos días que permanecerán en Medellín, Rice y sus acompañantes se entrevistarán con el presidente, Álvaro Uribe; el fiscal general, Mario Iguarán, y varios sindicalistas. Asimismo, visitarán programas de atención a desmovilizados y desplazados en esta ciudad, la segunda del país.

Carlos Rodríguez, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la más grande unión obrera del país, que agrupa a algo más de medio millón de trabajadores, estará en la reunión y expondrá sus argumentos contra el TLC.

"El TLC es nefasto; es un acuerdo de anexión que traería consecuencias graves para la industria, el empleo y la soberanía nacional", resume este dirigente.

Y recuerda el tema de la seguridad sindical, que califica de "dramática". Desde 1968, cuando se creo la CUT, han sido asesinados 12.500 de sus afiliados. En los primeros ocho meses del año pasado, los muertos fueron 19. Colombia sigue siendo considerado uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer esta actividad.

Partidarios del tratado

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Albeiro Franco, del Sindicato Nacional de la Industria Frutera, está en el bando de los partidarios del TLC. Desde hace un tiempo, junto a otros sindicalistas, trata de mostrar la cara bondadosa de este acuerdo. Ha hecho lobby en Estados Unidos y mañana estará en la reunión con alta funcionaria del Gobierno de Bush.

"Los que representamos el sector productivo estamos interesados en que haya inversión en el país para que aumente el empleo y el nivel de vida de los trabajadores", dice al defender el tratado. Y está convencido: vendiendo productos se puede traer alta tecnología para competir a nivel internacional.

Acepta que el TLC afectará a algunos sectores productivos, como los arroceros, pero dice que esto es lo que ocurre en todas las negociaciones. Sobre el punto crítico de los asesinatos de sindicalistas, opina: "Hemos avanzado, aunque no podemos decir que estemos en el paraíso terrenal". Según Franco, se están haciendo muchos esfuerzos para luchar contra la impunidad.

Esto mismo es lo que argumentará el fiscal general. Con las confesiones que han hecho ante la justicia los paramilitares se han logrado aclarar varios de los crímenes cometidos contra los líderes sindicales en las dos últimas décadas.

Bush presentará probablemente a mediados de marzo el TLC al Congreso de su país, aunque no se descarta que la respuesta sea no.

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