Corea del Sur, atada de manos
El Gobierno de Seúl ha intentado evitar hasta ahora un conflicto armado que tendría efectos desastrosos en la cuarta economía de Asia
El ataque lanzado ayer por Pyongyang sobre la isla de Yeonpyeong es una cuenta más en el rosario de incidentes mortales registrados en los últimos años en la península coreana. Corea del Norte tiene tradición de llevar a cabo provocaciones en momentos políticamente sensibles, como es en esta ocasión la visita a la región de Stephen Bosworth, responsable estadounidense para las negociaciones multilaterales sobre el desmantelamiento del programa atómico norcoreano. Pero en esta ocasión, el ataque coloca al Gobierno de Seúl en una posición aún más incómoda, ya que ha provocado víctimas civiles, y le obliga a plantearse de nuevo cuánto debe aguantar antes de responder de forma tajante.
El presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, convocó ayer una reunión de emergencia de ministros y consejeros de Seguridad en un refugio subterráneo en Seúl, y pidió contención para evitar que se desate un conflicto mayor entre ambos países. Pero advirtió que el Gobierno responderá con contundencia si su vecino del Norte continúa las provocaciones. "Debemos manejar con cuidado la situación para prevenir la escalada de un choque", indicó. Lee ha adoptado una política más dura con el Norte desde que asumió el cargo hace tres años.
En el pasado, Seúl ha contestado a los ataques suspendiendo la ayuda económica y los intercambios políticos, y, según algunos analistas, aún no parece que haya llegado el momento de una respuesta armada decisiva, que podría hundir los mercados financieros y pasar una elevada factura a esta gran potencia exportadora, la cuarta mayor economía de Asia. Especialmente, porque Pyongyang ha calculado muy bien su movimiento en esta nueva vuelta de tuerca, y ha golpeado en una isla que, aunque bajo control surcoreano, se encuentra en una zona marítima en disputa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La Justicia de Estados Unidos sentencia al Guacho, yerno del Mencho, a 11 años de prisión
El Rayo celebra con un festín de goles ante el Drita su pase a octavos de la Conference
Finabien Paisano: las claves del programa dirigido a migrantes que envían remesas
El Valencia Basket, muy incómodo en Israel, cede ante el Maccabi
Lo más visto
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- La asociación mayoritaria de guardias civiles no está de acuerdo con la DGT en sustituir los triángulos por la baliza V16




























































