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Las dos Coreas restrasan una cumbre histórica por las inundaciones en Pyongyang

La reunión, la segunda en la historia de ambos Estados, iba a celebrarse a fin de mes, pero ha quedado pospuesta a octubre

Las graves inundaciones en Corea del Norte, que han anegado Pyongyang y causado 300.000 desplazados, han provocado el retraso de la histórica cumbre entre el surcoreano Roh Moo-hyun y el norcoreano Kim Jong-il, prevista para dentro de diez días. La reunión presidencial, la segunda en la historia de ambos países, iba a celebrarse en Pyongyang entre el 28 y el 30 de agosto, pero ahora ha sido programada para los días 2 y 4 de octubre en esa misma ciudad, a petición del régimen comunista.

El aplazamiento de esta esperada cumbre da cuenta de la seriedad de la situación que vive Corea del Norte debido a las lluvias torrenciales ocurridas entre el 7 y el 12 de este mes, que causaron cientos de víctimas y desplazaron al 10% de la población. Roh y Kim tendrán que esperar a octubre para debatir la paz en la península y la desnuclearización del régimen de Pyongyang en un encuentro que, desde su anuncio, ha despertado expectativas sobre la posibilidad de que marque un antes y un después para una nación dividida al final de la guerra de Corea en 1953.

Las dos Coreas no firmaron entonces un tratado de paz sino un armisticio, por lo que técnicamente su situación es de guerra, algo que perjudica a la expansión económica de Seúl y a la integración de Pyongyang en la comunidad internacional. En una llamada al jefe del espionaje surcoreano, Kim Man-bok, Corea del Norte ha argumentado la urgencia de acometer las tareas de recuperación tras las inundaciones y de estabilizar la vida de sus ciudadanos, antes de celebrar el esperado encuentro, ha informado la agencia Yonhap.

El régimen de Pyongyang ha solicitado aplazar la fecha hasta principios de octubre y propuso a Seúl que fijase los días, al tiempo que le pidió comprensión y reafirmó su interés por celebrar la cumbre, de acuerdo con el portavoz presidencial surcoreano, Cheon Ho-seon. Finalmente fue el Gobierno de Seúl el que fijó la fecha entre el 2 y el 4 de octubre, que ha sido aceptada por Corea del Norte. El régimen comunista de Pyongyang admitió esta semana que las lluvias torrenciales ocurridas entre el 7 y el 12 de este mes provocaron cientos de muertos y de desaparecidos, e inundaron parte de la superficie del país, con gran incidencia en la capital.

300.000 desplazados

Según Naciones Unidas, las inundaciones causaron al menos 214 muertos, 300.000 desplazados y la pérdida de 450.000 toneladas de grano, el 11% de la producción del país, y las equipara con el grave desastre sufrido por Corea del Norte la década pasada. El 10% de la población norcoreana está desplazada, el 70% del total de tierra de cultivo ha sido afectada y el 50% de los hospitales han quedado destruidos.

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De acuerdo con la ONU, unas 58.000 viviendas fueron destrozadas, entre ellas 800 edificios públicos, además de 540 puentes. El presidente Roh tenía previsto viajar por carretera a Pyongyang para asistir a la histórica cumbre, en un gesto de marcado contenido simbólico que, en la práctica, no podría haber sucedido debido a la situación en que se encuentra su vecino del Norte.

El retraso a octubre de esta histórica cumbre, no obstante, podría favorecer a su partido, el Uri, ante la cercanía de las elecciones presidenciales del 19 de diciembre, a las que Roh no puede presentarse de nuevo por impedirlo la Constitución. En esos comicios, en cualquier caso, concurre en principio como favorito el opositor Gran Partido Nacional.

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