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Uribe, Chávez, Ortega y Correa cierran la crisis diplomática con un apretón de manos

Los mandatarios se comprometen a iniciar un diálogo amistoso para dar una solución política a la crisis diplomática iniciada el pasado sábado

A petición del presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, anfitrión de la XX Cumbre del Grupo de Río, los presidentes de Colombia, Alvaro Uribe; de Ecuador, Rafael Correa; de Venezuela, Hugo Chávez, y de Nicaragua, Daniel Ortega, se han dado un apretón de manos para iniciar un diálogo amistoso que permita llegar a una solución política a la crisis política que comenzó el pasado sábado.

Después de una jornada en la que sobre todo Uribe y Correa se lanzaron todo tipo de acusaciones fuertes, el apretón de manos y abrazo de Santo Domingo, es la escenificación del inicio del fin del impasse diplomático que comenzó después de la incursión del Ejército de Colombia en territorio de Ecuador, sin la autorización de éste último, y que se saldó con la muerte de 22 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

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Según informan los medios colombianos, el mandatario colombiano declaró que por su parte estaba dispuesto a recorrer el camino de la política para superar las diferencias con Venezuela y Ecuador, lo que levantó los aplausos de las 18 delegaciones asistentes a la Cumbre del Grupo de Río que hoy comenzó en Santo Domingo. A esa declaración de principios, Rafael Correa, respondió con su consentimiento, tras lo cual, Uribe se dirigió hasta el lugar donde se encontraba su par ecuatoriano y ambos se dieron la mano.

Tras el apretón de manos de Uribe y Correa, el presidente colombiano se dirigió hacia su par venezolano, Hugo Chávez, con quien no solo estrechó su mano sino que se dieron un abrazo. Uribe hizo lo mismo cuando se dirigió al asiento de su par nicaragüense, Daniel Ortega.

Cuando se leyó la declaración de la Cumbre de Río que dio por superada la crisis diplomática de la última semana, la mayor en América Latina en los últimos años, Ortega informó su decisión de restablecer las relaciones diplomáticas después de que ayer en torno a la misma hora y en Managua anunciara la ruptura de los vínculos diplomáticos con Bogotá. Leonel Fernández finalmente propuso que los presidentes se dieran un abrazo para poner colofón al acto y para que sirviera de descripción del propósito de superar el impasse andino.

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Tensión previa

Las horas previas a esta exitosa conclusión estuvieron, sin embargo, marcadas por la tensión. La cumbre del Grupo de Río se convirtió en el escenario de vituperaciones entre los presidentes de Colombia y Ecuador. El mandatario colombiano llegó a acusara su homólogo Rafael Correa de haber recibido financiación de las FARC en la campaña que le llevó a la presidencia.

Durante su discurso en la cumbre celebrada en en Santo Domingo, Uribe leyó fragmentos de supuestas cartas entre el líder de las FARC, Pedro Antonio Marín, alias Manuel Marulanda, y el número dos de esta organización, Raúl Reyes, muerto el pasado 1 de marzo en la operación militar de Colombia en territorio ecuatoriano.

Los textos leídos por Uribe, que dijo que proceden del ordenador de Reyes, ponían de manifiesto el presunto apoyo político y financiero de la guerrilla a Correa en diferentes mensajes en los que se habla de los resultados de la primera vuelta de las elecciones y de la estrategia para la segunda.

Correa contestó inmediatamente y rechazó su vinculación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y pidió que una fuerza internacional de paz se despliegue en la frontera sur de Colombia para garantizar la seguridad. Durante su refutación, Correa mostró sus manos al resto de los asistentes y afirmó : "estas manos están limpias y sin sangre".

Caracas anuncia pruebas de vida de 10 militares rehenes de FARC

El ministro del Interior de Venezuela, Ramón Chacín, ha anunciado este viernes que se han recibido pruebas de vida de diez y no solo de seis militares colombianos secuestrados por las FARC, como inicialmente anunció el presidente Hugo Chávez.

El gobernante anunció en la XX Cumbre del Grupo de Río que esas pruebas correspondían a seis secuestrados en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) e hizo un llamamiento a que se reanuden de nuevo los esfuerzos para el canje humanitario entre rehenes y rebeldes presos de ese país.

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