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Cruce de acusaciones entre los candidatos de Guatemala tras un nuevo asesinato político

El asesinato de Aura Salazar, cercana colaboradora del general Otto Pérez Molina, candidato a la presidencia de Guatemala por el Partido Patriota (PP), ha desatado una cascada de imputaciones entre los dos aspirantes presidenciales, que mutuamente se acusan de estar financiados por el narcotráfico y el crimen organizado. Salazar, una mujer indígena de 27 años, madre de dos hijos, desde hace cuatro años secretaria del bloque parlamentario del PP y encargada de llevar la agenda del general Pérez Molina, fue matada a tiros el lunes por desconocidos, en el Centro Histórico de la capital guatemalteca. En el ataque también fue asesinado su acompañante, Valerio Castañón, de 35 años, un agente de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad (SAAS) de la Presidencia, quien se encontraba de descanso.

Aunque la fiscalía aún no ha determinado ni la identidad de los asesinos ni el móvil del doble crimen, Pérez Molina aseguró que los "grupos del crimen organizado (...) que desde hace 10 años financian a nuestro adversario" son los responsables de este hecho.

Este asesinato, declaró Pérez Molina a los periodistas en el lugar donde murió Salazar, "no podemos dejarlo de ver como un hecho político", porque ocurrió dos días después "de que yo denunciara en Jutiapa [este] que el narcotráfico y el crimen organizado son los que financian la campaña de Álvaro] Colom".

El candidato del PP no precisó los motivos que le hicieron llegar a esas conclusiones, ni presentó pruebas sobre las acusaciones hechas contra Colom, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), con quien disputará la presidencia en la segunda vuelta de las elecciones, el próximo 4 de noviembre. Sin embargo, insistió en que "los financistas del crimen organizado que han derrochado su dinero, hoy que ven que el poder se les va de las manos están desesperados y tratan de intimidarnos".

Y, para completar las acusaciones contra su adversario, también responsabilizó "a los grupos del crimen organizado ligados a la UNE" del asesinato, el pasado 28 de septiembre, del coronel retirado Edwin Pacay Paredes, amigo personal suyo y colaborador en materia de seguridad de su partido.

Colom y su partido han negado las acusaciones y contraatacan con argumentos similares, aunque, al igual que Pérez Molina, tampoco presentaron pruebas ni explicaron en qué basaban sus denuncias.

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"Otto Pérez debe de ser responsable. Debe ser hombre y aceptar lo que está pasando en su partido", dijo a los periodistas el secretario general de la UNE, Eduardo Meyer, al insinuar que los crímenes se deben a problemas internos dentro del PP.

Además, aseguró Meyer, "es una irresponsabilidad" que Pérez Molina acuse a la UNE de ser financiada por grupos al margen de la ley, cuando "su partido ha recibido 80 millones de dólares que vienen del narcotráfico y del crimen organizado".

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