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Cuba y EE UU vuelven al discurso de la guerra fría

El Gobierno de la isla acusa a su homólogo norteamericano de traicionar el "espíritu de cooperación" y fomentar "la subversión"

Todo parecía ir mejor, pero finalmente Cuba y EEUU regresaron a sus viejos modos de enfrentamiento y al discurso de la guerra fría. Si el viernes un grupo de funcionarios de ambos países se reunieron civilizadamente en La Habana para hablar sobre temas migratorios, este sábado la cancillería cubana acusó a EE UU de traicionar el "espíritu de cooperación y entendimiento" bilateral y de fomentar la "subversión" en la isla. ¿La razón del cambio? La reunión sostenida por la delegación norteamericana con una treintena de disidentes y miembros de la sociedad civil, que La Habana considera "mercenarios" al servicio de Washington.

Es el viejo guión de siempre. Según las autoridades cubanas, el subsecretario de la Oficina de Asuntos Hemisféricos del departamento de Estado, Craig Kelly, jefe de la delegación estadounidense, fue advertido de que no realizara "eventos provocadores" aprovechando su visita. Kelly es el funcionario de más nivel que ha visitado la isla desde que Obama llegó a la Casa Blanca, y a juicio de La Habana, su encuentro con los opositores ha demostrado que para Washington es más importante "el apoyo a la contrarrevolución y la promoción de la subversión para derrocar la revolución cubana" que "la creación de un clima conducente a la solución real de los problemas bilaterales".

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Los disidentes habían sido invitados hace días a la recepción con Kelly en la residencia del jefe de la Sección de Intereses de EE UU en La Habana, por lo que las autoridades de la isla estaban al tanto de la celebración del encuentro. Sin embargo, la reacción de la cancillería cubana ha sido de sorpresa y utiliza el viejo lenguaje de barricada. "Con esta conducta ofensiva hacia las autoridades y el pueblo cubano, el Gobierno norteamericano (...) pone de manifiesto su falta de voluntad real para mejorar los vínculos con nuestro país y para dejar atrás las acciones de burda injerencia, que históricamente han sido el mayor obstáculo a la normalización de las relaciones", dice el comunicado.

Curiosamente, pese al lenguaje de barricada y al desencuentro escenificado, Cuba no rompe amarras con las conversaciones migratorias ni cierra la puerta a mantener otros contactos. Por el contrario, reitera su "disposición" a "sostener un diálogo respetuoso sobre cualquier tema con el Gobierno de Estados Unidos, siempre que este sea entre iguales, sin menoscabo a la independencia, soberanía y autodeterminación".

En septiembre, la entonces responsable para Cuba del departamento de Estado, Bisa Williams, viajó a La Habana con la misión de iniciar un diálogo con vistas a un posible restablecimiento del correo directo entre ambos países, suspendido desde 1963. Williams extendió su estancia en la isla, mantuvo conversaciones con funcionarios cubanos y también se reunió con disidentes, y no pasó nada. En aquella ocasión, no hubo reacción airada de la parte cubana, pero es cierto que todavía se mantenía la luna de miel, o el periodo de tanteo, entre los Gobiernos de Raúl Castro y Barack Obama.

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Obviamente ahora es otra cosa. Poco antes del desencuentro de este sábado, la delegación norteamericana informaba a la prensa de que durante las conversaciones pidió a Cuba la "liberación inmediata" de Alan Gross, un ciudadano estadounidense detenido en la isla hace tres meses cuando repartía teléfonos móviles y computadoras entre miembros de la "sociedad civil". Gross, de 60 años, hacía este trabajo contratado por una agencia oficial estadounidense y es acusado por el Gobierno de Raúl Castro de realizar labores de subversión y espionaje, aunque de momento no hay cargos. Washington y la familia del detenido niegan tales acusaciones.

El disidente Oscar Espinosa Chepe, uno de los miembros del grupo de los 75 que acudió el viernes al encuentro con Nelly, se mostró decepcionado por la reacción de la cancillería cubana y por el regreso a un discurso de guerra fría que "solo favorece a los intolerantes".

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