Destituido un general brasileño que condenó la comisión que investigará la dictadura
El militar aseguró en una carta que el equipo estará formado por "fanáticos"
El ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobim, anunció ayer la destitución del general del Ejército que criticó la decisión del Gobierno de crear una Comisión de la Verdad para investigar las violaciones de derechos humanos durante la dictadura (1964-1985). El general Maynard Marques de Santa Rosa cesará como jefe del Departamento General de Personal del Ejército, afirmó Jobim declaraciones a Agencia Brasil.
El diario Folha de São Paulo divulgó el contenido de una nota distribuida en Internet en la que el general Marques de Santa Rosa, miembro del Alto Mando del Ejército, afirma que la Comisión de la Verdad será una "comisión de la calumnia", porque será dirigida por "fanáticos".
Jobim recomendó al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en su condición de comandante de las Fuerzas Armadas, que destituya al director de Personal del Ejército. El ministro agregó que el propio comandante del Ejército, general Enzo Martins Peri, confirmó que la nota que circula en Internet fue escrita por el general Marques de Santa Rosa. El Ejército aclaró que se trata de una carta personal, no una posición oficial.
"Confiarle a fanáticos la búsqueda de la verdad es lo mismo que entregar el gallinero a los cuidados del zorro", dice la carta. El general agrega que las autoridades, personalidades y defensores de los derechos humanos nombrados por Lula son "los mismos fanáticos que en el pasado reciente adoptaron el terrorismo, el secuestro de inocentes y el asalto a bancos como medio de combate al régimen para llegar al poder".
La creación de la comisión el pasado diciembre fue polémica y llegó a generar una crisis en el Gobierno brasileño. Tanto Jobim como los comandantes del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea amenazaron con renunciar a sus cargos después de que Lula sancionara el Programa Nacional de Derechos Humanos, que prevé la creación de la comisión.
Los oficiales temían que la Comisión tuviese poderes no sólo para investigar, sino también para sancionar, lo que equivaldría a derogar la Ley de Amnistía de 1979, que benefició a militares y a los guerrilleros y que abrió paso a la democratización de Brasil. El descontento obligó a Lula a modificar un proyecto de ley que envió posteriormente al Congreso.
El nuevo texto aclaró que la tarea será investigar las violaciones de derechos humanos durante "conflictos políticos" y no sólo durante la "represión política". Así, la comisión también investigará violaciones de los derechos humanos que pudieran haber cometido los guerrilleros que se enfrentaron al régimen militar.
