"Dilma tendrá independencia absoluta del PT en sus decisiones"

La relación de Tarso Genro con España ha sido larga y fecunda. Como asesor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y ministro en dos carteras, Justicia y Educación, estrechó unos vínculos que ahora, como flamante gobernador electo del Estado de Rio Grande do Sul, está más que dispuesto a mantener. Por eso, antes de asumir el cargo, el próximo 1 de enero, ha querido reunirse en Madrid con representantes políticos, económicos, académicos y sociales para "abrir canales de negociación" para la inversión privada, el apoyo a "la democratización institucional" y la colaboración para poner en marcha el Consejo de Desarrollo Económico y Social. Y es que Genro, de 63 años, ex alcalde de Porto Alegre, cuna del Foro Social Mundial, sigue enarbolando la bandera de la participación ciudadana.

"La integración regional tiene que ir acompañada de inclusión social"

Pregunta. ¿Cuáles serán las prioridades como gobernador de Rio Grande do Sul?

Respuesta. El combate a la desigualdad regional, que es muy pronunciada entre el norte y el sur del Estado, y el combate a las desigualdades sociales tanto en el sur como en el norte. Tenemos una base productiva rica y diversificada que ofrece muchas posibilidades, estamos en el centro del Mercosur y nuestras relaciones con España y Portugal tendrán un efecto muy positivo en nuestro desarrollo.

P. Menciona Mercosur, pero un gran déficit de Latinoamérica es la integración regional. ¿Cómo se puede avanzar?

R. Para eso hay que resolver un déficit anterior: la efectividad de los derechos sociales. No se puede hablar de integración regional en abstracto, o solo de integración de capitales. Hay que incorporar a la gente, a los sindicatos, a los movimientos ciudadanos. Es necesaria la integración con inclusión social.

P. La presidenta electa, Dilma Rousseff, ha insistido en que dará continuidad al legado de Lula. Pero los analistas se preguntan qué grado de autonomía tendrá respecto a Lula y al Partido de los Trabajadores (PT).

R. La gestión de Dilma va a estar sedimentada en un trabajo sólido. Todo gobierno democrático serio tiene influencia de los partidos. Lula tuvo mucha influencia del PT, porque el partido es casi una criatura suya. Esta será la relación de Dilma, pero ella tendrá una absoluta independencia en la toma de decisiones de Estado. No hay una correa de transmisión del PT al jefe del Estado. Pero considerar que la influencia del partido es perniciosa es una visión reaccionaria en contra de la política.

P. Lula ha sido criticado por su acercamiento a regímenes como Irán o Cuba. ¿Habrá continuidad en política exterior?

R. La política externa va a continuar con las adaptaciones necesarias. Cuba está liberando a sus presos. Brasil siempre quiso eso, pero fue respetuoso con su autonomía. Sin duda el nuevo contexto de guerra cambiaria va a marcar la agenda exterior, pero siempre será una política independiente, marcada por la negociación y orientada por la soberanía nacional.