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Ola de cambio en el mundo árabe | La relación de Londres con Libia

Dimite el director de la London School of Economics

La crisis de la LSE abre un debate en Reino Unido sobre la relación con Libia

La dimisión el jueves por la noche de Howard Davies como director de la London School of Economics (LSE) ha abierto un debate en Reino Unido sobre la ética de las relaciones comerciales con Libia. Davies, sin embargo, acotó ayer ese debate al declarar que su dimisión se explica porque cometió dos errores: aceptar una donación de 300.000 libras (350.000 euros) de uno de los hijos del dictador libio y hacer caso al Gobierno británico cuando le propuso asesorar a Trípoli en el manejo de sus fondos soberanos. Pero defendió el derecho de LSE Enterprise a firmar un contrato por 2,2 millones de libras (2,56 millones de euros), de los que la institución ha recibido hasta ahora 1,74 millones de euros, para formar a funcionarios y profesionales libios.

Davies asesoró a Trípoli y un hijo de Gadafi donó dinero a la institución

"Mi opinión personal es que eso no fue un error: no había sanciones por tener relaciones con el régimen libio, muchas compañías y organizaciones de este país las tienen", declaró. "Decir que no podemos formar a funcionarios de países en desarrollo por cosas que sus regímenes pueden hacer o no creo que es algo bastante curioso", ha explicado.

Davies reveló en declaraciones a la BBC que ya había presentado su dimisión el pasado domingo, pero que le pidieron que la retirara. Pero "cuanto más pensaba acerca de ello -y uno tiene que actuar de acuerdo con su conciencia- más vueltas le daba y están esas dos cosas que me parecían difíciles de defender", añadió.

La primera, la donación realizada por Saif el Islam Gadafi, que Davies personalmente había dictaminado en su día que era aceptable. El hijo del líder libio se doctoró en la LSE, pero la universidad está estudiando si plagió su tesis doctoral o si esta fue en realidad hecha por terceras personas. Ayer se supo que un profesor de la LSE que falleció el año pasado, Fred Halliday, escribió en 2009 al consejo rector de la institución pidiendo que no se aceptara la donación del hijo de Gadafi porque Libia "no ha hecho progresos significativos para proteger los derechos de los ciudadanos, de los trabajadores inmigrantes y de los refugiados y sigue siendo un país dirigido por una élite secretista, errática y corrupta".

La segunda, el asesorar en sus inversiones al Gobierno libio. Aunque lo hizo a petición del Gobierno británico y los 50.000 dólares (36.000 euros) que cobró se destinaron a becas estudiantiles y no a su propio bolsillo, Davies ha concluido que fue un error aceptar aquel encargo. "Creo que la escuela se recuperará, pero he decidido que se recuperará con más rapidez si yo acepto la responsabilidad por esos dos errores de juicio". Su marcha ha causado conmoción en Reino Unido. No solo por el daño y el desprestigio que las relaciones con Gadafi pueden acabar generando a una de las instituciones educativas más famosas del país, sino por el prestigio personal de Howard Davies, que ha sido Gobernador adjunto del Banco de Inglaterra, presidente de la Autoridad de Servicios Financieros, jefe de la patronal CBI y de la Audit Commision y trabajó como asesor especial del entonces canciller del Exchequer (ministro del Tesoro) Nigel Lawson.

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Howard Davies abandona ayer un estudio de televisión en Londres.
Howard Davies abandona ayer un estudio de televisión en Londres.ANDREW WINNING (REUTERS)

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