Dimite el secretario privado de la presidenta argentina

No hay día en que las sospechas sobre el patrimonio que la presidenta Cristina Fernández y su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, han acumulado durante los siete años que han permanecido al frente del Gobierno de Argentina abandonen los titulares de la prensa nacional. Fabián Gutiérrez, el secretario privado de la presidenta argentina desde hace más de quince años, dimitió ayer.

Gutiérrez, que adujo "motivos personales" para su marcha, es investigado desde octubre del año pasado por enriquecimiento ilícito. Su patrimonio creció un 756% en los últimos seis años, una proporción similar al aumento de los bienes del matrimonio Kirchner, cuyo valor en el mismo periodo de tiempo ha crecido de 1,2 a 8,5 millones de euros. La renuncia de Gutiérrez se suma al escándalo por una transacción de dos millones de dólares que Néstor Kirchner realizó en octubre de 2008 para la compra de un hotel. La oposición le acusa de usar información privilegiada para el cambio de divisas. Justamente el día anterior, la presidenta había afirmado que "el drama" de su familia era "vivir en blanco" en un país habituado a "la trampa y demasiado acostumbrado a vivir en negro".

Gutiérrez, el funcionario que durante años respondía el teléfono rojo de la presidenta, empezó a trabajar con el matrimonio Kirchner en 1995 en Santa Cruz (al sur del país), la provincia que Néstor Kirchner gobernó entre 1991 y 2003.

Desde entonces, Gutiérrez alternó su trabajo como asistente personal de los Kirchner y funcionario público del gabinete presidencial, con algunos negocios de corta andadura en la provincia patagónica. Atrajo la atención de la justicia argentina cuando la agencia de noticias OPI de Santa Cruz divulgó que estaba construyendo una lujosa casa en El Calafate, el paraíso patagónico de los glaciares, donde el matrimonio presidencial también posee una residencia de descanso y varios hoteles. Aunque el valor de la lujosa construcción se calcula en un millón de dólares (unos 727.000 euros), el ahora ex asistente de Cristina Fernández aseguró que había gastado sólo 300.000 dólares (218.000 euros) en la vivienda. La investigación por presunto enriquecimiento ilícito incluyó también a otros tres secretarios de la presidenta argentina: Isidro Bounine, Daniel Muñoz y Daniel Álvarez. Desde que Gutiérrez se convirtió en funcionario en 2003, sus bienes se han multiplicado más de siete veces hasta alcanzar los 400.000 dólares (290.000 euros), según ha informado la prensa argentina.

En el decreto oficial publicado ayer se afirma que Gutiérrez abandonó su puesto de secretario adjunto de la presidenta Kirchner el pasado 31 de enero. En su lugar ha sido designado Pablo Erasmo Barreiro, de 26 años, hijo de Ricardo Barreiro, otro ex secretario de Néstor Kirchner y empresario hotelero en El Calafate.