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EE UU declara terrorista al Ejército iraní

Washington impone sanciones a los Guardianes de la Revolución Islámica

Antonio Caño

Subiendo un peldaño más en una escalada imparable hacia el conflicto, Estados Unidos acusó ayer formalmente al grueso de las Fuerzas Armadas iraníes de ser una organización terrorista exportadora de armas de destrucción masiva y anunció insólitas sanciones económicas contra diversas instituciones militares y bancarias.

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La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, advirtió ayer que la Guardia Revolucionaria de Irán, así como la Fuerza Quds (una unidad especialmente dedicada a actuar en el exterior) y otro departamento del Ministerio de Defensa iraní responsable del control de misiles, son considerados, a todos los efectos legales y políticos, grupos terroristas como Al Qaeda o Hamás.

Es la primera vez en la historia que Estados Unidos toma medidas particulares contra las fuerzas armadas de un país, en lo que parece ser un intento, un tanto peculiar, de crear ante los ojos de la opinión pública iraní una distinción entre la nación, Irán, y su Ejército.

Al mismo tiempo, el secretario del Tesoro norteamericano, Henry Paulson, anunció el boicoteo a tres de los principales bancos iraníes, a los que acusó de financiar actividades terroristas, y reclamó a otros Gobiernos y entidades financieras privadas que se sumen a ese boicoteo. "Las instituciones con buena reputación no querrán convertirse en banqueros de este peligroso régimen", dijo Paulson.

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Esos tres bancos, junto a otro al que Estados Unidos ya castiga actualmente por sus actividades sospechosas, representan el 50% del sistema financiero iraní. Las sanciones anunciadas ayer pueden, por tanto, tener un efecto sobre la economía iraní, sobre todo en la medida en que disuade a terceros países y a empresas extranjeras de hacer negocios en Irán si no quieren correr el riesgo de ser sancionados en Estados Unidos.

Tanto la Guardia Revolucionaria como otras unidades de las Fuerzas Armadas iraníes, pero sobre todo ésta, son, según fuentes norteamericanas, poderosas instituciones que ejercen su influencia dentro del entramado del régimen de Irán tanto por su capacidad militar como por sus ramificaciones económicas.

La Guardia Revolucionaria iraní es una fuerza de 125.000 hombres dedicada a la seguridad interior, pero favorecida además por su participación en numerosos negocios. El año pasado, por ejemplo, se anunció un contrato por valor de 2.000 millones de dólares (1.400 millones de euros) de la compañía nacional de petróleo con empresas constructoras controladas por oficiales de ese cuerpo militar.

La posición adoptada ahora por Washington puede complicar la vida para proveedores y contactos de esos negocios en el mercado internacional. Sin embargo, el efecto directo de las sanciones es menor por cuanto hace años que Estados Unidos e Irán no tienen apenas relaciones comerciales. El mayor significado del paso dado ayer es, desde luego, político, en la medida en que representa un aviso muy ostensible de que Irán y Estados Unidos son dos trenes en rumbo de colisión.

Altos funcionarios norteamericanos se precipitaron ayer, no obstante, a explicar que estas sanciones no son el anuncio de una guerra. "Seguimos creyendo en una solución diplomática", dijo Rice. "De ninguna manera esto es el anticipo del uso de la fuerza", añadió Nicholas Burns, el hombre que maneja el expediente de Irán en el Departamento de Estado.

Se trata de palabras tranquilizadoras que parecen, más bien, parte de un guión cuyo final es inquietante. A día de hoy, se van acumulando los datos que nublan el horizonte. La semana pasada, sin ir más lejos, se conoció en Washington un informe elevado por el jefe de las fuerzas norteamericanas en Irak, general David Petraeus, y el embajador de Estados Unidos en ese país, Ryan Crocker, en el que se advertía de que, mientras la amenaza que representaban las milicias suníes y Al Qaeda decrecía, aumentaba el peligro de los grupos armados shiíes, respaldados por Irán.

Estados Unidos acusa a Irán de suministrar armamento y explosivos a las milicias shiíes para actuar contra sus soldados en Irak. Fuerzas estadounidenses han actuado ya contra personal iraní en territorio iraquí, pero todavía no han dado el paso, como se teme que pueda ocurrir, de atacar posiciones iraníes al otro lado de la frontera.

Miembros de los Guardianes de la Revolución, creados para defender el régimen islámico, levantan los puños en un acto militar en Teherán.
Miembros de los Guardianes de la Revolución, creados para defender el régimen islámico, levantan los puños en un acto militar en Teherán.AFP

125.000 'pasdarán'

- Los Guardianes de la Revolución (los pasdarán) fueron creados en 1979 por el imán Jomeini para defender el régimen islámico.

- Es la fuerza militar dominante en Irán y cuenta con 125.000 hombres, su propia aviación y marina.

- Tiene intereses en la construcción y la energía. El presidente Mahmud Ahmadineyad fue miembro.

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