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EE UU insta al Gobierno iraquí a actuar contra los rebeldes kurdos en la frontera con Turquía

Ankara dice ahora que agotará la vía diplomática antes de lanzar un ataque en suelo iraquí

Dos gestos han contribuido hoy a rebajar un tanto la tensión que se vive en la frontera entre Turquía e Irak por el ataque de las milicias kurdas a las tropas turcas y la respuesta de éstas en forma de bombardeos y ofensivas. Los rebeldes, a través de un comunicado colgado en una página web que suelen utilizar, han ofrecido a Turquía un alto el fuego condicionado a que Turquía deje de atacar sus posiciones y abandone sus planes de una operación a gran escala en suelo iraquí. Por su parte, el ministro turco de Exteriores ha dicho que agotarán la vía diplomática antes de emprender cualquier acción militar contra los kurdos.

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Según el comunicado colgado en su página de Internet, los rebeldes kurdos están "dispuestos a observar un alto el fuego si el ejército turco deja de atacar nuestras posiciones, abandona sus proyectos de incursión y se compromete con la paz". Antes de conocer el resultado, Turquía daba por primera vez en días señales de querer intentar un arreglo pacífico. El ministro de Exteriores turco, Ali Babacan, ha dicho que probarán "todos los medios diplomáticos antes de lanzar una operación militar". Por lo pronto, viajará a Bagdad mañana para instar al Gobierno de Nuri al Maliki a actuar con más contundencia contra los rebeldes. Todavía no se conoce una respuesta a la oferta de los milicianos.

Las declaraciones del ministro han llegado antes de conocerse la oferta de los rebeldes kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, ilegalizado en Turquía e incluido en las listas terroristas de EE UU y la UE). Poco antes, la Casa Blanca se pronunciaba sobre los acontecimientos en la zona. La alarma salaba en Washington tras la muerte ayer de 12 soldados turcos en una emboscada de los rebeldes y la de 34 rebeldes en la respuesta militar de Ankara. La Casa Blanca ha dicho que trabajará tanto con las autoridades turcas como con las iraquíes para resolver la cuestión, en un intento de evitar que Turquía lance un ataque contra las posiciones turcas en el norte de Irak.

Además, la Casa Blanca ha instado a Bagdad a actuar "de inmediato" contra los rebeldes kurdos, que utilizan el lado iraquí de la frontera como refugio y como base para lanzar sus ataques contra los turcos. Según ha declarado Tony Fratto, portavoz de la Casa Blanca, EE UU no quiere "una vasta acción militar en la frontera norte iraquí" por parte del ejército turco. Ankara amenaza desde hace días con entrar en Irak y acabar con los rebeldes del PKK, que atacan a sus soldados cerca de la frontera. Para ello, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan cuenta con el permiso del Parlamento, pero con la oposición de EE UU, que teme que se incendie la única región iraquí que permanece en paz.

Ayer, Erdogan dijo que no haría uso de momento del permiso parlamentario para lanzar una ofensiva en territorio iraquí hasta después de su reunión con el presidente estadounidense, George W. Bush, el próximo 5 de noviembre. Erdogan afronta una intensa presión de la calle para que lance sin tardanza una operación militar transfronteriza que acabe con los refugios de los guerrilleros kurdos en el norte de Irak. Turquía tiene miles de tropas apostadas cerca de la frontera para luchar contra los guerrilleros y en previsión de una ofensiva transfronteriza.

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