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EE UU permite viajar libremente a Cuba

Las visitas de los familiares ya no tendrán límite temporal ni de frecuencia - La medida no supone el fin del embargo ni beneficia a los altos cargos del régimen

El presidente de EE UU, Barack Obama, levantó ayer las restricciones para que los ciudadanos estadounidenses visiten con libertad a sus familiares en Cuba y les envíen dinero y regalos, según informó la Casa Blanca. Aunque no levante el embargo impuesto a la isla desde 1962, la medida supone un cambio de rumbo respecto a la política mantenida por las distintas Administraciones estadounidenses en las últimas décadas.

"Todos los que amamos los valores de la democracia queremos una Cuba que respete los derechos humanos, políticos y económicos básicos de todos sus ciudadanos", dijo ayer el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs. "El presidente Obama cree que estas medidas que ha tomado hoy [por ayer] ayudarán a hacer de este objetivo una realidad".

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En este momento, los familiares de cubanos que residen en EE UU pueden viajar a la isla una vez al año, después de que el pasado 10 de marzo el Congreso redujera unas limitaciones mucho más duras. Hasta entonces, el Gobierno estadounidense sólo permitía a los parientes de primer grado (abuelos, padres, cónyuges, hijos, hermanos y nietos) viajar a la isla una vez cada 18 meses y sólo durante dos semanas.

Con los cambios acometidos ayer por Obama, personas de hasta tercer grado de consanguinidad, como primos segundos, podrán viajar a la isla tantas veces y por tantos días como deseen. A estos visitantes se les permitirá que lleven hasta 3.000 dólares (2.200 euros) en metálico.

También se elimina cualquier límite a las transferencias de dinero a la isla. Los familiares de ciudadanos cubanos podrán hacer tantas transferencias de dólares como deseen, sin límite de cantidad. Washington sólo impone una condición: no se permitirá mandar dinero a miembros del Gobierno de Cuba o del Partido Comunista Cubano. Hasta la fecha, y desde 2004, La Habana cobra una penalización del 10% a los envíos hechos en dólares, una forma de castigo contra el exilio cubano en EE UU.

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La Casa Blanca también impulsa una ampliación de los esfuerzos para establecer mejores redes de telecomunicaciones que faciliten el contacto con Cuba. Las compañías de EE UU de telefonía y los medios de comunicación podrán entrar en el mercado cubano y trabajar con las autoridades locales para dotar de cobertura de redes a la isla. Los ciudadanos estadounidenses que lo deseen podrán pagar las facturas telefónicas de residentes de la isla, y enviar productos como teléfonos móviles y ordenadores.

En un intento de facilitar los viajes de familiares a la isla, Obama ordenó a su Gobierno que estudie la posibilidad de reestablecer los vuelos comerciales a la isla. "Hasta ahora ha habido vuelos chárter", dijo Dan Restrepo, uno de los portavoces de la Casa Blanca. "Habrá que ampliar estas opciones". De momento, los estadounidenses sólo pueden llegar a Cuba con vuelos privados o haciendo escala en terceros países.

Estos cambios suponen un nuevo episodio en las relaciones de EE UU con Cuba, después de los ocho años de aislamiento impuesto por el anterior presidente, George W. Bush. En 2003, la anterior Administración endureció los permisos de viaje y concedió mayores ayudas económicas a la disidencia anticastrista.

El presidente había prometido cambios de este tipo en la campaña electoral. Su Gobierno había avanzado que llegarían días antes asistir a su primera Cumbre de las Américas, que se celebrará el próximo fin de semana en Trinidad y Tobago. "Es hora de que los cubanoestadounidenses se encuentren con sus madres y sus padres, con sus hermanas y hermanos. Es tiempo de que el dinero de los cubanoestadounidenses haga a sus familias menos dependientes del régimen de los Castro", dijo Obama el pasado mes de mayo en Miami

"Éste es un paso importantísimo en la dirección adecuada", dijo ayer Carlos Saladrigas, copresidente del Grupo de Estudios para Cuba. "Esperamos, sin embargo, que sea sólo el principio de una nueva fase en la que Cuba no sea una excepción en la política exterior norteamericana. Para ello, claro, el Gobierno cubano debe mostrar una reciprocidad a la altura".

El Congreso de EE UU está tramitando una ley que pondría fin a todas las limitaciones impuestas por el embargo, incluidas aquellas que afectan a los ciudadanos sin familiares en Cuba. La propuesta, de los senadores Byron Dorgan y Michael Enzi, cuenta con el respaldo de ambos partidos políticos y fue presentada en el Senado el pasado 31 de marzo.

Una mujer cubana recibe a una familiar residente en Estados Unidos ayer en el aeropuerto de La Habana.
Una mujer cubana recibe a una familiar residente en Estados Unidos ayer en el aeropuerto de La Habana.EFE

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