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EE UU trasladará a Colombia las operaciones de la base ecuatoriana de Manta

Washington traspasará a cinco bases militares colombianas las operaciones que hasta ahora desarrollaba en la base en el Pacífico ecuatoriano

Washington traspasará a cinco bases militares colombianas las operaciones que hasta ahora desarrollaba en la base de Manta, en Ecuador. Esto es lo que prevé el nuevo acuerdo de cooperación militar que ultiman Colombia y EE UU y cuyos detalles fueron revelados ayer por la revista colombiana Cambio. Las negociaciones empezaron en secreto hace más de cuatro meses y, según el ministro colombiano de Defensa, Freddy Padilla, en una próxima ronda se podría firmar el acuerdo. "Se trata de un acuerdo con fundamentación distinta de los criterios que se manejaron en Manta", precisó Padilla en varias entrevistas. E insistió en transmitir el mismo mensaje de diferentes formas: "No vamos a repetir Manta", "Manta no va más"...

El acuerdo se inscribe en los términos de la cooperación ya establecida entre los dos países, por lo que no necesita el visto bueno de los respectivos Congresos. Los planes estadounidenses incluyen la utilización de cinco bases: Palanquero, en pleno centro colombiano, la pista más antigua de la aviación militar; Apiay, en Villavicencio, puerta de entrada a medio país cubierto de selva y llanuras; Malambo, en la costa Atlántica, y dos bases navales, una en el Pacífico y otra en el Atlántico.

"Existe la voluntad de ambos Gobiernos de profundizar y expandir la cooperación orientada contra la droga y contra el terrorismo", según el Gobierno de Bogotá. Colombia es uno de los tres países del mundo que recibe la mayor cantidad de ayuda militar de Estados Unidos: en 2008 fue de 527 millones de dólares. El complejo militar de Manta, dedicado a operaciones antidroga desde hace 10 años, está siendo desmantelado por decisión del presidente ecuatoriano, Rafael Correa. "Prefiero cortarme un brazo antes que renovar el contrato", dijo en marzo de 2007. Se espera que en septiembre salga el último estadounidense de este complejo militar, de 27 hectáreas.

Con todo, la polémica no ha hecho más que empezar. Si las operaciones a desarrollar incluyen la lucha contra el terrorismo -léase guerrilla-, esto incidirá notablemente en la seguridad interna de Colombia. Además, según Cambio, las operaciones trascenderán las fronteras colombianas -se extenderán al Caribe-; en ese caso, la autonomía de los militares estadounidenses será total. Otro de los temas que levantan ampollas es el de la inmunidad judicial para los militares y asesores extranjeros que exige el país del norte. "Un acuerdo en este sentido atenta contra la soberanía nacional; es inconveniente que la desmantelada base de Manta se desperdigue por todo el territorio nacional", explicó a EL PAÍS Carlos Gaviria, precandidato a la presidencia de Colombia por el opositor Polo Democrático. Para él, esta posibilidad es peligrosa y puede llegar a instalar un polvorín en la región. "Es ideológicamente inaceptable y políticamente inconveniente", asegura.

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