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El anuncio de una tercera candidatura complica la nominación republicana

El anuncio hecho por el senador James Blekley de que deja abierta la posibilidad de presentar una «candidatura de compromiso» a la nominación por el Partido Republicano, viene a sumar un nuevo elemento de complejidad a la reñida batalla que se libra en las filas del partido y podría obligar a realizar una segunda vuelta en la votación del próximo miércoles en Kansas City.

Buckley, de cincuenta y tres años, es senador por el Estado de Nueva York y se encuentra en las filas conservadoras. De hecho, su decisión de presentar una tercera candidatura podría perjudicar principalmente al presidente Ford y beneficiar a su adversario, Ronald Reagan, que tendría mayores posibilidades eh caso de que se realizara una segunda vuelta de la votación.El presidente Ford, en efecto, parece estar muy cerca de conseguirlos 1.130 delegados necesarios para obtener la nominación como candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre. Si James Buckley presenta su candidatura y consigue los votos de algunos delegados del Estado de Nueva York (donde Ford tiene mayoría), podría restar al presidente los compromisarios suficientes para impedirle llegar a los 1.130 y obligar a que se celebre una segunda vuelta, en la que la división de fuerzas cambiaría, al quedar en libertad de voto los delegados de varios Estados, que en la primera vuelta están obligados a votar por un candidato.

Ford, inseguro

En las filas de Reagan se desmintió que los estrategas del ex gobernador de California hubieran jugado algún papel en la decisión del senador Buekley, aunque se reconoció que esta decisión podría beneficiar a su candidato. Por su parte, el equipo de Ford insistió en que el presidente cuenta con cinco delegados más de los necesarios para ganar en la primera vuelta, y se negó que la inesperada aparición de Buckley en la arena política tuviera consecuencias perjudiciales para la candidatura del presidente.Sin embargo, en los círculos políticos no pasó inadvertido el anuncio de Ford de que acudirá a Kansas City el próximo domingo, víspera de la apertura de la Convención Nacional Republicana. Tradicionalmente, el candidato que está seguro de ganar la nominación no acude a la convención hasta que va a Ieer su discurso de aceptación de la candidatura. Tal fue el caso del candidato demócrata, Jimmy Carter, que pasó tres días en un hotel, siguiendo el desarrollo de la Convención Demócrata por televisión, y que sólo hizo acto de presencia en el Madison Square Garden el último día, para leer su discurso. En las filas de Ford se justificó esta temprana visita del presidente como un intento de «hacer todo lo que pueda para contribuir a la unificación del partido».

El senador Buckley dijo en una conferencia de prensa celebrada en Nueva York, que su candidatura era meramente simbólica, que no aspiraba a ocupar la Casa Blanca, sino que quería dar a los delegados, mediante una segunda vuelta de la votación, la posibilidad de «tomar una decisión madura». Un portavoz del equipo de Ford quitó importancia al anuncio de Buckley y expresó su creencia en que el nombre del senador por Nueva York no estaría entre los de los candidatos a la nominación, ya que para que así sea es necesario contar con el apoyo mayoritario de, por lo menos, cinco Estados, lo que -insistió- es imposible.

Otro nuevo elemento de incertidumbre en el resultado de la votación del próximo miércoles en Kansas City fue introducido por la delegación de Mississippi, cuando anuncio que estaba estudiando la posibilidad de romper su voto en bloque y dejar en libertad a sus 30 compromisarios de votar por el candidato que prefieran.

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