_
_
_
_
_

Ejecutado en California Clarence Ray Allen, de 76 años, ciego y minusválido

El Gobernador del Estado no ha concedido clemencia al reo pese a su estado de salud

Clarence Ray Allen, de 76 años, el preso más anciano del corredor de la muerte, ciego y minusválido, condenado por ordenar un triple asesinato hace 25 años para silenciar a los testigos de otro crimen, ha sido ejecutado esta mañana en el penal de San Quintín, en California. El reo no ha obtenido el perdón del Gobernador del Estado, Arnold Schwarzenegger, que suma con esta su segunda ejecución desde que está en el cargo, tras la de Stanley Tookie Williams, que se convirtió en activista contra la pena de muerte y fue propuesto varias veces para el premio Nobel de la paz.

Más información
La pena de muerte en Estados Unidos y en el mundo
Un enfermo de 75 años en el corredor de la muerte
California ejecuta a un preso que se transformó en activista contra la violencia

Clarence Ray Allen he recibido la primera de las tres inyecciones letales hacia las 12.20, y una segunda dosis extra de potasio clorhídrico hacia las 12.35. Ha muerto minutos más tarde, tras la tercera inyección, según la portavoz del Departamento Correccional, Elaine Jennings.

ha recibido la inyección letal a las 12.38, hora local (09.38, hora peninsular española) en el penal estatal de San Quintín, menos de una hora después de cumplir los 76 años de edad. Allen fue condenado en 1982 por ordenar el asesinato de tres testigos de cargo.

El Tribunal Supremo rechazó el lunes, tan sólo unas horas antes de la ejecución, la petición final de clemencia del condenado, en la que sus abogados argumentaban que estaba enfermo y era demasiado viejo para ser ejecutado. Sus abogados habían argumentado que en el caso de Allen, que precisamente el lunes cumplió 76 años, este castigo sería inusualmente cruel, algo que está prohibido por la Constitución de Estados Unidos.

"Nos hace caer más bajo que nunca", dijo Michael Satris, uno de los abogados del recluso, que hoy se ha convertido en el decimotercer ejecutado desde que el estado de California restableció la pena capital, en 1978. Además de estar ciego, sordo y padecer diabetes, el ejecutado debía desplazarse en silla de ruedas y el año pasado sufrió un ataque al corazón, del que fue reanimado exclusivamente para ser devuelto al corredor de la muerte. De hecho, para que se le pudiera ejecutar ha precisado de la ayuda, en la cámara de la muerte, de cuatro agentes de los servicios correccionales.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Segunda ejecución de Schwarzenegger

El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, rechazó concederle la clemencia el pasado viernes bajo el argumento de que la cadena perpetua "no es el castigo adecuado para alguien que ordena asesinar testigos cuando está cumpliendo una condena de cárcel de por vida". El tribunal de apelaciones de San Francisco siguió los pasos de Schwarzenegger y decidió el domingo por la noche no frenar la ejecución. Schwarzenegger ya denegó clemencia hace un mes a Stanley Tookie Williams, fundador de la banda callejera Crips, condenado por tres asesinatos de los que se declaró inocente y que se conviritó en prisión en un conocido activista antiviolencia, escribió varios libros e incluso fue propuesto en alguna ocasión para el premio Nobel de la paz.

Allen estaba cumpliendo una cadena perpetua en el penal estatal de Folsom State Prison cuando facilitó a un preso que había recibido la libertad condicional una lista negra con los nombres de siete testigos que contribuyeron a su encarcelamiento. Su objetivo era que los siete testigos no pudieran testificar durante su juicio por apelación.

Imagen policial de Clarence Ray Allen.
Imagen policial de Clarence Ray Allen.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_