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El Ejército de EE UU detiene en Irak a cuatro altos funcionarios iraníes

Teherán advierte que "el arresto ilegal de diplomáticos" tendrá "consecuencias nefastas"

El Ejército estadounidense mantiene detenidos desde la semana pasada a cuatro iraníes sospechosos de perpetrar ataques contra las fuerzas de seguridad de Irak. Entre ellos, según funcionarios de Washington, figuran "altos cargos militares". Otros dos detenidos inicialmente, diplomáticos invitados por el Gobierno iraquí, fueron liberados poco después. La operación ha provocado las iras tanto de Bagdad como de Teherán. "El presidente [iraquí] Yalal Talabani está disgustado", dijo un portavoz. Más duro, el Gobierno iraní aseguró que las capturas tendrán "consecuencias nefastas".

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Las Administración Bush no ha hecho ningún anuncio sobre las detenciones, que se conocieron ayer, si bien ha confirmado que mantiene "en custodia" por lo menos a cuatro iraníes y que está llevando a cabo una investigación. "Creemos que esta operación va a confirmar nuestras afirmaciones sobre la implicación iraní [en Irak]", declaró ayer Alex Conant, portavoz de la Casa Blanca, que no precisó cuántas personas seguían detenidas. "Dos de ellas tenían inmunidad diplomática, y han sido entregadas al Gobierno iraquí, con el que estamos analizando el caso de los detenidos restantes".

Conant aseguró que una vez que la investigación esté terminada, se podrá dar detalles sobre su alcance. Un funcionario estadounidense en Bagdad aseguró que a los iraníes se les había intervenido "mucho material", pero no especificó su naturaleza.

La operación, llevada a cabo por tropas estadounidenses en el centro de Bagdad la pasada semana, ha provocado un profundo malestar en el Gobierno iraquí, que intenta implicar a Irán en la resolución de la violencia que azota el país. De hecho, los dos diplomáticos detenidos habían sido invitados por el presidente Talabani, durante un viaje realizado el mes pasado a Teherán. También ha causado estupor en Bagdad el hecho de que varias detenciones fueron practicadas en el cuartel general de Abdul Aziz Al Hakim, uno de los principales líderes chiíes, que hace tres semanas se reunió en Washington con George W. Bush. Al Hakim no ha hecho declaraciones.

Dura reacción

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Sí ha reaccionado, y con dureza, el Gobierno de Irán. Mohamed Ali Hosseini, portavoz del Ministerio de Exteriores, condenó ayer "la detención ilegal de diplomáticos iraníes por las fuerzas estadounidenses" y advirtió que "esta acción tendrá consecuencias nefastas".

La operación se produce en el momento en el que el Gobierno de EE UU estudia el envío de más tropas al país árabe para intentar evitar que la situación siga degradándose. Algo que parece más factible después de que los jefes militares sobre el terreno hayan suavizado su rechazo inicial a la idea, tras entrevistarse con el nuevo secretario de Defensa, Robert Gates, que visitó la semana pasada Bagdad.

El presidente George W. Bush y sus consejeros fueron informados del cambio de posición de los generales cuando se reunieron el sábado con Gates en la residencia de Camp David. Hasta hace poco, el general George W. Casey, responsable de las operaciones militares en Irak, había sostenido que el envío de más tropas incrementaría la dependencia iraquí de Washington y la percepción de que el país está bajo ocupación extranjera. Las autoridades militares barajan un incremento de entre 10.000 y 30.000 soldados. EE UU tiene desplegados en Irak 134.000 efectivos.

Imagen facilitada por el Ejército británico del momento de la voladura del cuartel policial de Basora.
Imagen facilitada por el Ejército británico del momento de la voladura del cuartel policial de Basora.AP

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