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El Ejército británico cree que es imposible vencer a Al Qaeda

El nuevo jefe militar dice que la misión en Afganistán es "contener" al islamismo

Sir David Richards, nuevo jefe de las Fuerzas Arrnadas de Reino Unido, aseguró ayer en una entrevista en el dominical londinense The Sunday Telegraph que la guerra contra Al Qaeda será larga y ni hace falta ni es posible ganarla en el sentido tradicional de las victorias militares, aunque se declaró convencido de que la amenaza del islamismo se puede contener.

"No nos engañemos, la amenaza global de Al Qaeda y sus terroristas afiliados va a ser larga", declaró. "En mi opinión, está en juego la seguridad nacional de Reino Unido y de nuestros aliados. Por eso estamos comprometidos en una lucha global contra una forma de fundamentalismo islámico ideológicamente distorsionado. Nuestros hombres y mujeres en Afganistán están luchando para evitar que eso se extienda. Creo que hay un paralelismo directo entre la valentía de aquellos que arriesgan y que dan sus vidas y aquellos que lucharon contra el fascismo en la II Guerra Mundial", aseguró.

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"En una guerra convencional, la derrota y la victoria son cosas que están muy claras y que se simboliza con las tropas desfilando en la capital de otra nación. Ante todo, nos tenemos que preguntar: '¿Necesitamos derrotarles en el sentido tradicional de una victoria clara?'. Yo diría que eso no es necesario y que nunca se podrá conseguir. Pero, ¿podemos contenerlos hasta el punto de que nosotros y nuestros hijos podamos vivir tranquilos? Creo que sí", afirmó el general.

A su juicio, las armas para ganar esa batalla son educación, prosperidad, comprensión y democracia, por eso precisamente "sería ingenuo pensar que se puede acabar en el mismo marco temporal que la II Guerra Mundial", y más bien hay que pensar en un horizonte de 30 años. Richards advirtió que aunque la amenaza de Al Qaeda es hoy fuerte en Pakistán, Yemen y Somalia, existe la posibilidad de que se traslade a otras zonas y en particular al África subsahariana.

Y defendió la presencia de los aliados en Afganistán. "Si pensara por un minuto que la mayoría del pueblo afgano ya no nos quiere allí, en ese caso yo y todos los demás diríamos que habría llegado la hora de marcharse y que hemos fracasado. Pero no veo indicios de que pase eso. La inmensa mayoría no quiere que vuelvan los talibanes y tiene que ser de nuestro interés estratégico que toda la región se estabilice antes de que nos marchemos, como haremos", dijo. Y quiso dejar claro que "no hay disputas o desacuerdos [entre los militares y el Gobierno] sobre eso". "Está muy claro que en 2014-2015 ya no tendremos un papel de combatientes. También está claro que tenemos que apoyar la operación para preservar la duración de nuestro legado", concluyó.

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