El Ejército se hace con el poder en Tailandia

Las Fuerzas Armadas de Tailandia se hicieron ayer con el control de la capital Bangkok tras dar un golpe de Estado incruento contra el Gobierno del primer ministro, Thaksin Shinawatra, que se encontraba en Nueva York, asistiendo a la Asamblea General de Naciones Unidas. La cúpula militar anunció el derrocamiento de Shinawatra a través de la televisión, decretó la ley marcial y suspendió la Constitución. El teniente general Sondhi Bunyaglarin, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, dijo hablar en nombre de un Consejo para la Reforma Política, que consideró necesario hacerse con el poder de manera inmediata y provisional, aunque no ofreció plazos, para acabar con la corrupción.

Desde Nueva York, tras recibir las primeras noticias sobre los primeros movimientos de tropas en torno a su oficina, Thaksin trató de adelantarse a los golpistas, declaró el estado de emergencia y ordenó la destitución del general Sondi Bunyaglarin. Pero su mensaje fue cortado antes de que finalizara y poco después Bunyaglarin suspendió el estado de emergencia para anunciar poco después la imposición de la ley marcial.

Apenas media hora después, de la intervención abortada de Thaksin, se informó oficialmente del golpe de Estado por todas las cadenas de radio y televisión de la capital. El mando militar anunció la instauración de un nuevo régimen, con el rey Bumibol Aduyadej al frente, y aseguró que los soldados (que llevaban cintas amarillas en los brazos en adhesión al Rey) y la policía nacional se habían hecho con el control de Bangkok sin encontrar resistencia.

Un general vestido de civil, comunicó a los 65 millones de tailandeses a través de la televisión, ya bajo control militar, que un "consejo para la reforma administrativa", en el que se incluían militares y policías, había tomado el poder. Añadió que los militares no tienen intención de gobernar el país y que están dispuestos "a devolver el poder al pueblo", pero no indicó cuándo ni cómo.

El portavoz de los insurrectos señaló que hablaba en nombre del general Sondi Bunyaglarin y acusó al primer ministro, Thaksin Sinawatra, de corrupción y de interferir constantemente en el trabajo del Parlamento y de los tribunales. Los militares han pedido a los tailandeses cooperación y disculpas por los inconvenientes causados. Camiones militares ordenaban por megafonía a los viandantes que se retiraran a sus casas y algunos soldados dirigían el tráfico.

Según Efe, los jefes del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada se reunieron de madrugada con el rey y contemplan proponer como primer ministro interino al general Sorayud Chulanont, mano de derecha del también general, Prem Tinsulanonda, de 85 años, principal consejero del rey y quien a lo largo de los últimos meses ha criticado a menudo la gestión de Shinawatra.

El teniente general Prapart Sakuntanak, citado por la agencia Reuters, afirmó anoche que la junta ejercerá el poder temporalmente y que éste será pronto "devuelto al pueblo". El golpe de Estado, dijo el general, era necesario para atajar la corrupción reinante en el Gobierno y la división que estaba creando entre los tailandeses. Thaksin tenía previsto intervenir hoy ante la Asamblea General de la ONU, pero su intervención ha sido cancelada.

Tailandia estaba sumida en una crisis política que duraba varios meses, con frecuentes protestas callejeras y numerosos llamamientos desde influyentes sectores a la dimisión del primer ministro.

La reacción de la Unión Europea fue inmediata. Matti Vanhanen, primer ministro de Finlandia, que ostenta la presidencia de turno de la UE, expresó "su grave preocupación" por los acontecimientos registrados anoche en Bangkok. Según un portavoz de la presidencia, el primer ministro afirmó que era "altamente rechazable que las fuerzas militares se hayan apoderado de las instituciones democráticas". Vanhanen destacó la necesidad de "volver al orden democrático sin retraso", informa Andreu Missé.

En Madrid, el Ministerio de Exteriores señaló que sigue "con suma atención" la evolución de la situación en Tailandia e indicó que ha recomendado "tranquilidad" a los españoles que se encuentran en ese país. El embajador español en Tailandia, Juan Manuel López Nadal, pidió tanto a la colonia española como a los turistas que se abstenga de salir a las calles.

Un carro de combate mantiene su posición delante de la sede del Gobierno tras el golpe militar contra el Ejecutivo tailandés.