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El Ejército israelí asalta Nablus en busca de explosivos

Las autoridades judías legalizan una colonia de 1.500 familias en tierras privadas palestinas

El Ejército israelí invadió ayer con decenas de blindados la ciudad palestina de Nablus. El objetivo del asalto es desmantelar depósitos de explosivos y capturar milicianos. Para ello impuso el toque de queda en la ciudad vieja, detuvo a decenas de jóvenes y derribó 30 viviendas. Esto sucedió el día en el que se supo que las autoridades israelíes han legalizado la mayor colonia en décadas, en buena parte en tierras privadas de palestinos en la ocupada Cisjordania: 42 edificios para 1.500 familias ultraortodoxas judías.

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Si los militares israelíes detienen a diario a decenas de supuestos militantes a lo largo de la estrangulada Cisjordania, a las tres de la madrugada de ayer decenas de vehículos blindados y excavadores penetraron en Nablus, la capital económica de este territorio en el que, según describe el relator de Naciones Unidas, el surafricano John Dugard, se aplica un régimen de apartheid. Nablus no era asaltada masivamente desde 2004. La operación se prolongará durante dos días.

Sólo algunos grupos de jóvenes, varios de ellos heridos, desafiaron el toque de queda impuesto a 50.000 personas en el centro de la ciudad lanzando piedras y pedazos de cemento contra los uniformados, que respondieron con gases lacrimógenos y balas de caucho. Los colegios y universidades cerraron sus puertas y las emisoras de radio y televisión fueron también asaltadas. Desde ellas se comenzó a difundir el nombre de los milicianos buscados. Los soldados allanaron viviendas y utilizaron al menos a un joven como escudo humano, acción que fue grabada por una cadena de televisión estadounidense.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, condenó el ataque y lo definió como un "acto de sabotaje" contra el acuerdo de La Meca -que su partido, Al Fatah, firmó con Hamás para formar un Gobierno de unidad- y dirigido a minar toda posibilidad de avance en las negociaciones con Israel.

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Aunque la reunión que celebraron el 19 de febrero Abbas, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, fue un fiasco -la estadounidense Rice acusó a Abbas de traicionar sus compromisos por haber firmado el pacto con los islamistas-, no parece que el objetivo de la operación en Cisjordania sea quebrar ese acuerdo. El profesor de Ciencias Políticas Sattar Kassem comentaba ayer por teléfono desde Nablus que la campaña obedece sólo a razones de seguridad. "Hay muchos colaboracionistas y agentes infiltrados, pero este asalto lo único que consigue es unirnos más". La portavoz del Ejército, Avital Leivovitz, declaró que en un almacén hallaron un misil, cinco bombas, material explosivo y cuatro bolsas de fertilizantes. "Nablus es un foco de terroristas y estamos tratando de evitar que ataquen Israel", declaró Leivovitz. Según la militar, es el segundo depósito de armas y explosivos que se encuentra en esta localidad y el octavo en lo que va de año en Cisjordania.

Mientras, el expolio de tierras palestinas prosigue. Las demandas ante los tribunales de las ONG israelíes y de los propietarios de las tierras caen en saco roto. El Consejo de Planificación de Judea y Samaria -como Israel denomina Cisjordania- ha aprobado la construcción de 42 bloques de viviendas en el asentamiento ultraortodoxo de Modiin Ilit, donde vivirán 1.500 familias y donde ya residen 33.000 personas. Como es habitual, la edificación había comenzado a la brava, en buena parte sobre terrenos de propiedad privada de palestinos. Semanas atrás se modificó el trazado del muro de cemento en esta zona.

"La conspiración de las autoridades y las empresas para robar tierras palestinas han obtenido la protección del muro", afirmó al diario Haaretz Michael Sfard, el abogado judío que defiende a los legítimos dueños.

Las autoridades israelíes aplican con enorme laxitud la legalidad cuando de terrenos palestinos se trata. El Consejo de Planificación admitió que no existía un plan de urbanización para el asentamiento, pero se acogió a una ley jordana -hasta 1967, Cisjordania perteneció al reino hachemí- que no establece tal requisito.

Varios soldados israelíes se despliegan ayer en Nablus (Cisjordania).
Varios soldados israelíes se despliegan ayer en Nablus (Cisjordania).EFE

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