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Reportaje:

Energía solar para las cavernas de Cisjordania

Dos israelíes fabrican un sistema híbrido de energía solar y eólica que da luz a 300 palestinos

Los potentes focos de vigilancia de la colonia judía de Susia, en el desértico extremo sur de Cisjordania, no impresionan a Elad Orian. Lo que le emociona es observar de noche las pequeñas bombillas que alumbran a 25 familias, unos 300 palestinos, que habitan en cabañas de lona porque las cuevas en las que vivían -aunque todavía las utilizan? sin luz, ni agua, sobre las colinas peladas, han sido hundidas varias veces por el Ejército israelí. Orian asegura: "Es evidente que quieren expulsarlos de aquí". Ya fueron deportados de sus tierras, hoy en suelo de Israel, hace seis décadas; y después desplazados, ya en territorio ocupado, para dejar espacio a colonias como Susia. Pero este israelí licenciado en Física se empeñó, junto a su colega Noam Dotan, en convertir el infierno de esos desdichados en algo más llevadero. Recaudaron fondos -cerca de 50.000 euros? y fabricaron un sistema híbrido de energía solar y eólica para este rincón perdido de Cisjordania en el que el viento rara vez amaina y el sol casi siempre luce. Ahora es más difícil que los tres clanes que pueblan Susia piensen en emigrar.

El tendido eléctrico para los asentamientos judíos -alguno con piscina, mientras los palestinos tienen que comprar el agua de cisternas móviles a un precio 20 veces superior al que abona un ciudadano de Tel Aviv? casi sobrevuela la cabeza de Abed Shineran. Ningún cable se desvía a su comunidad. "Hace dos años comenzamos a instalar dos sistemas piloto. Un año atrás colocamos otros 20, y recientemente otros seis", cuenta Orian. Las placas solares y turbinas eólicas se conectan a controladores de carga; éstas a las baterías, y las baterías a transformadores. En la pequeña aldea ganadera y trashumante están encantados con Elad y Noam. Las condiciones de vida han mejorado sustancialmente. "Por primera vez", explica Shineran, "nos sucede algo que nos hace la vida más fácil".

"Cada familia tiene medio kilowatio/hora al día. Es suficiente para poder ver la televisión tres horas", comenta el activista israelí. Y mucho más importante. "Pueden cargar sus móviles. La mayoría de los hombres trabaja en Israel y eso les facilita comunicarse con los empresarios o contratistas". Les permite también recargar las cámaras de vídeo. Nada que ver con el ocio. Es la única arma con la que cuentan para defenderse del vandalismo de los colonos, que en septiembre intentaron destrozar los modestos sistemas de generación de energía. Proporcionadas por la ONG israelí Betselem, esas cámaras son su tesoro. Con ellas filman las agresiones que los fanáticos judíos de las inmediaciones lanzan contra ellos. ¿Cuándo?

Cuando el propio Ejército israelí que defiende a los fundamentalistas decide desmantelar las caravanas móviles que los colonos sitúan en tierras robadas a los lugareños para ampliar sus dominios, como sucedió hace dos meses. El proyecto de Betselem se topaba con una dificultad. En alguna ocasión los colonos descendieron por la colina y los artilugios no estaban operativos. "Antes teníamos que ir a Yatta, a unos 25 kilómetros, a cargar las cámaras. Ahora las tenemos siempre listas", dice Shineran.

Los frigoríficos. ¡Que gran logro! Valoran los lugareños cosas tan sencillas -ahora ven la televisión unas horas al día? como poder planear compras. Ahora disponen de dos neveras. "En Ramadán suben mucho los precios y ya podemos comprar antes y más barato porque podemos evitar que se pudran los alimentos. Congelar la carne y el queso ha supuesto un cambio fundamental", apunta Abed. Sonríe Samia Shineran, del mismo clan que Abed: "Antes tenía que hacer la mantequilla a mano y ahora podemos utilizar máquinas y no estar seis horas para elaborarla. Además, podemos conservarla en las neveras".

Elad Orian tiene en mente ampliar su proyecto a comunidades cercanas, tan abandonadas por la Autoridad Nacional Palestina como castigadas por el ejercito ocupante. Sobre todo si su iniciativa es elegida entre los 12 finalistas -cientos de proyectos en todo el mundo ya fueron eliminados- en el concurso World Challenge 09, patrocinado por la BBC, Newsweek y la compañía petrolífera Shell. El resultado -cualquiera puede votar a través de la web de la cadena británica? se conocerá el 13 de noviembre. Elad Orian cruza los dedos. De vencer en el concurso, fundará una cooperativa para suministrar energía a las aldeas del sur de Hebrón. Y si no, seguramente también. Orian ya financia becas en Susia para estudiantes de electrónica. Con una condición: deben comprometerse a regresar a sus tiendas de campaña y a sus cuevas.

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