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La Eurocámara otorga el Premio Sajárov a un disidente chino

Hu Jia se halla en prisión acusado de "criminal" por el Gobierno de Pekín

Los defensores de los derechos humanos en China recibieron ayer un espaldarazo. El Parlamento Europeo otorgó el Premio Sajárov al disidente Hu Jia, un incombustible luchador por los derechos fundamentales y los enfermos de sida, que fue condenado el pasado abril a tres años y medio de cárcel por "incitar a la subversión del Estado". Su elección supone un revés para la imagen del Gobierno de Pekín en vísperas de la cumbre Asia-Europa, que comienza hoy en la capital china.

Hu, de 35 años, lucha en favor de los afectados por el sida

"Con la concesión del premio a Hu Jia, la Cámara reconoce de manera firme y resuelta la lucha diaria por la libertad de todos los defensores de los derechos humanos en China", dijo Hans-Gert Pöttering, presidente de la Cámara. El galardón, dotado con 50.000 euros, lleva el nombre del reconocido disidente soviético Andrei Sajárov, fallecido en 1989. Es concedido anualmente a alguna persona o grupo que destaca por su labor a favor de los derechos humanos o la democracia. Entre sus ganadores, están el ex presidente surafricano Nelson Mandela y el activista cubano Oswaldo Payá.

La elección de Hu Jia se ha producido a pesar de las fuertes presiones del Gobierno chino. "Conceder el premio a tal criminal es una interferencia en los asuntos internos y la soberanía judicial de China", dijo Qin Gang, portavoz de Exteriores.

Días antes, al saberse que Hu se encontraba entre los finalistas, el embajador chino ante la Unión Europea, Song Zhe, había advertido en una carta a Pöttering que si Hu recibía la distinción, esto "heriría de nuevo al pueblo chino

[en referencia a las protestas de activistas europeos durante el recorrido de la antorcha olímpica] y dañaría seriamente las relaciones entre China y Europa". "No reconocer el progreso chino en derechos humanos e insistir en la confrontación no harán más que profundizar la incomprensión mutua", señalaba la misiva.

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Hu Jia, de 35 años, comenzó su activismo con la defensa del medio ambiente y los afectados de sida. En 2004 comenzó a sufrir arrestos domiciliarios por encender velas en la plaza de Tiananmen por el 15º aniversario de las manifestaciones a favor de la democracia y la consiguiente matanza. A pesar del continuo acoso y el secuestro por parte de la policía secreta, Hu Jia no se doblegó y se convirtió en la voz de los disidentes chinos encarcelados.

Desde su arresto domiciliario, difundía información a los medios de comunicación, organizaciones y políticos extranjeros. "Las autoridades llaman poner en peligro la seguridad nacional a la libertad de expresión. El Gobierno es dictatorial, y no quiere que la sociedad civil se desarrolle", dijo en mayo de 2007 a este periódico en una entrevista telefónica.

En diciembre pasado -un mes después de explicar por teléfono al Parlamento la situación de los derechos humanos en China-, se ordenó su detención para quitarle de en medio en los Juegos Olímpicos, con los que Pekín buscaba promocionar una imagen de país moderno.

Hu Jia, fotografiado en Pekín en 2006.
Hu Jia, fotografiado en Pekín en 2006.ASSOCIATED PRESS

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