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Evo Morales busca inversores en Rusia y Francia para explotar el filón del litio

Bolivia tiene la mitad de las reservas del metal, clave para el coche eléctrico

Bolivia está buscando inversiones y ayuda tecnológica en Europa para explotar el otro gran negocio (además del gas) que duerme en su territorio: el litio, un mineral esencial en la fabricación de baterías para automóviles alimentados por electricidad. En los Andes bolivianos se encuentra casi la mitad de las reservas mundiales de ese material, y el presidente Evo Morales quiere convertir ese filón en una lucrativa industria.

Bolivia ha empezado a ser conocida como la Arabia Saudí del litio, porque sus abundantes reservas de este metal son comparables con las gigantescas bolsas de petróleo que alberga el reino saudí. Captar inversiones para la explotación de litio en este país -habitualmente no muy abierto al capital exterior- es uno de los objetivos principales de las visitas que Morales realizó ayer a Moscú y la prevista para hoy a París.

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El negocio más seguro está, en principio, en Francia, donde el presidente boliviano acudirá hoy a la sede del grupo Bolloré, a las afueras de París. Esta empresa está especializada en la elaboración de baterías para coches eléctricos. "Llevamos varios meses negociando con las autoridades bolivianas para poder explotar las reservas de litio", comentaron ayer en el grupo. Las negociaciones "podrían culminar mañana " tras la entrevista de los responsables de la empresa con Morales. "Todo depende del Gobierno de Bolivia", añadieron en la empresa, que considera al país latinoamericano "clave" en el desarrollo del sector.

Antes de llegar a Moscú, Morales, que ayer se entrevistó con el presidente ruso, Dmitri Medvédev, había anunciado que quería explorar en Moscú la posibilidad de captar inversiones para desarrollar esta industria. Ayer no se informó de avances al respecto, aunque los analistas no eran muy optimistas, porque creen poco probable que Moscú, en plena crisis económica, decida acometer inversiones en el extranjero que no estén relacionadas con el gas y el petróleo.

Pero, con los precios de los hidrocarburos cayendo en picado, el negocio del litio ofrece rentabilidades suculentas. El crecimiento de la demanda de este material, por el desarrollo del coche eléctrico por parte de las grandes compañías del automóvil, ha disparado su precio.

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Invertir en Bolivia, un país fuertemente dividido entre los partidarios de Morales y sus opositores, conlleva riesgos. El Gobierno nacionalizó el negocio de la explotación y comercialización de los hidrocarburos en 2006 y, desde entonces, las empresas extranjeras tienen que asociarse con la estatal YPFB. Además, la nueva Constitución da a los indígenas (60% de la población) el control de los recursos naturales de su territorio y pueden bloquear proyectos mineros. Los analistas afirman, sin embargo, que los inversores extranjeros deben tener en cuenta que los bolivianos necesitan ayuda tecnológica para explotar el litio.

El grupo Bolloré, uno de los inversores interesados, está convencido de la importancia de Bolivia. Esta empresa y la italiana Pininfarina presentarán en marzo un modelo de coche eléctrico que se podrá comprar a partir de 2010 y tendrá una autonomía de 250 kilómetros, aunque para eso será necesario recargar la batería cuatro horas antes. Para el desarrollo son vitales las reservas de litio almacenadas en Bolivia.

Evo Morales (izquierda) y Dmitri Medvédev, tras la firma en el Kremlin de acuerdos entre Bolivia y Rusia.
Evo Morales (izquierda) y Dmitri Medvédev, tras la firma en el Kremlin de acuerdos entre Bolivia y Rusia.EFE

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