Un integrista insatisfecho
En 1976, Juan Fernández Krohn, trístemente célebre desde ayer, tenía veintiséis años. Su vocación religioso-integrista, aún reciente, le había conducido hasta Econe, Suiza. Allí, monseñor Lefébvre preparaba sacerdotes al margen de los criterios vaticanos. A Fernández Krohn le fascinó, segun declaró en una entrevista concebida para el programa Informe semanal de Televisión, la dulzura del obispo dlsidente. "Es un hombre humilde, lleno de amor hacia los demás, en contra de lo que dice el progresismo sobre su persona".El entonces seminarista residía en el número 15 de la calle de San Bernardo, de Madrid. Al equipo de Televisión, lo recibió en una habitación oscura, aterciopelada, muy a tono su espíritu. Fernández Krohn y dos de sus compañeros -aunque él era el Unico español- se sentaron enfilados, modosos, con las rodillas y los pies bien apretados. Krohn, algo cejijunto, moreno, alto, de mirada fanática o devota, según se mire, ocupaba el centro
Cuando decidió hacerse sacerdote, anduvo buscando el seminario más apropiado: "Visité muchos monasterios y seminarios españoles. Ninguno me convenció. Luego, por casualidad, tuve oportunidad de conocer Econe y a monseñor Lefébvre. Me sedujo aquella espiritualidad, esa búsqueda de la antigua y verdadera Iglesia". Sorprendía en San Bernardo, 15, el piso que Lefébvre había alquilado para reunir a sus seguidores, la exquisita vestimenta de aquellos seminaristas. Sotanas de un negro perfecto ala de cuervo; corte de sastre de primera clase; puños inmaculados asomando por las bocamangas. "Esta es la señorita de Televisión. Siéntese, por favor, señorita. ¿Qué es lo que desea saber exactamente, señorita?". De tal modo consiguieron trasladarnos a los años cincuenta que, al salir del edificio, todo el equipo tenía la impresión de haber permanecido durante un rato en el túnel del tiempo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- Eduardo Casanova anuncia que tiene VIH: “Hoy rompo este silencio tan doloroso”
- La asociación mayoritaria de guardias civiles no está de acuerdo con la DGT en sustituir los triángulos por la baliza V16




























































