Una persona muerta y más de sesenta heridas al estallar un automóvil cargado de explosivos en París
La denominada pista siria y la pista Carlos se manejan como orígenes posibles de¡ grave atentado (un muerto y 63 heridos) cometido ayer en el barrio parisiense de los Campos Elíseos, delante del edificio en el que se encuentra la redacción de un semanario que da acogida a la oposición siria. El Gobierno francés ha declarado personas no gratas a los agregados militar y cultural sirios en París y ha llamado a consulta a si embajador en Damasco.
Ayer, el barrio parisiense en el que se halla la Embajada española, muy cerca de los Campos Elíseos, semejaba un campo de batalla. A las 9.02 horas se produjo el atentado más devastador de los últimos tiempos en este país. En 150 metros a la redonda no quedó ni un solo cristal sano. El estallido de una bomba, escondida en un coche en la calle Marbeuf, se escuchó en todos los barrios aledaños. El balance aún no era definitivo anoche, pero ya se habían contado un muerto (una mujer de treinta años) y 46 peatones más heridos, diez de los cuales se encuentran en estado muy grave.El hecho aún no ha sido reivindicado, pero se supone que iba dirigido contra la revista Al Watan Al Arabi (La Nación Arabe), propiedad de un libanés de tendencia proiraquí, y cuya redacción se encuentra en el edificio más próximo al lugar de la explosión. Este semanario ha sido amenazado varias veces y, hace cinco meses, la policía desactivó una carga en sus locales pocos momentos antes de que explosionara. Fue la primera publicación que culpó a los servicios secretos sirios del asesinato, en Beirut, el pasado mes de septiembre del embajador de Francia en Siria, Louis Delamare.
El reportaje amenazado
Anteanoche precisamente el primer canal de la televisión gala ofreció un reportaje, Muerte de un embajador, basado en esa tesis. La semana pasada, un funcionario de la Embajada francesa en Beirut y su mujer fueron asesinados en una acción que los analistas interpretan como un aviso contra la proyección del documental.Por todas estas circunstancias y por la realización indiscriminada del atentado, las autoridades francesas no excluyen que la bomba de ayer apuntara, no sólo a la revista árabe, sino a Francia, a quien se le reprochan sus mediaciones en favor de la reconciliación de las diversas tendencias libanesas. Esta es la llamada pista siria. La otra tiene como protagonista a Carlos, el conocido terrorista internacional que, semanas atrás, amenazó por carta autentificada a las autoridades de este país.
Esta pista, sin embargo, presenta una cierta autonomía, ya que hasta los propios servicios de inteligencia galos sospechan que Carlos trabaja desde hace tiempo para el régimen de Damasco.
Tensión entre Francia y Siria
El Gobierno francés, desde luego, ha atribuido implícitamente la responsabilidad del atentado a Siria, y el ministro del Interior, Gaston Defferre, en funciones de primer ministro, anunció ayer mismo por la mañana que el Gobierno declaraba "personas no gratas al agregado militar y a un agregado cultural de la Embajada de Siria en París, por sus actividades en Francia", al tiempo que llamaba a consulta al embajador francés en Damasco.Los dos diplomáticos, sin embargo, "no están necesariamente relacionados con el atentado. Es muy pronto para decirlo", según declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson, ante la Asamblea Nacional.
La reacción siria a estas medidas diplomáticas fue inmediata y paralela. Damasco decidió expulsar a dos miembros de la legación gala, un agregado militar y el segundo secretario de la Embajada, y llamar a su embajador en París, quien ha negado toda implicación siria en el atentado y manifiesta que "el crimen beneficia a Israel".
El broche de la tensión
La agencia oficial siria Sana informaba en un despacho que las expulsiones eran una "respuesta a la medida injustificable e inamistosa, tomada por el Gobierno francés, de expulsar a dos diplomáticos sirios y de llamar a su embajador a París". El broche de la tensión entre Francia y Siria vino marcado ayer por la sus pensión de la escala que tenía previsto realizar en París el ministro sirio de Exteriores, quien iba a entrevistarse hoy con su homólogo francés.Este atentado ha puesto en evidencia el conflicto latente que existe entre Damasco y París desde el asesinato de Delamare. Con respecto a este atentado Cheysson declaró en una ocasión a los diputados, según fuentes parlamentarias, que aunque los sirios no fueran directamente responsables de la muerte del embajador, sabían lo que se preparaba y no habían hecho nada por impedirlo, según informaba ayer la agencia France Presse.
Desde el día 28 de mayo de 1981, diez atentados graves han sido cometidos en París (uno en el tren Capitole), todos ellos en apariencia ligados al contencioso árabe-israelí.
Fuentes oficiales sirias negaron ayer en Damasco toda relación con el atentado, "deplorando el crimen", y expresando sorpresa por "las acusaciones del Gobierno francés".
