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Felipe González propone revisar la moratoria nuclear en España

El Club de Madrid analiza los desacuerdos sobre energía en la UE

El ex presidente del Gobierno Felipe González defendió ayer que se "replantee seriamente" la moratoria nuclear que él mismo implantó en España en 1984 ante los avances en seguridad y en la eliminación de los residuos producidos desde entonces. González, que participó en la Asamblea General del Club de Madrid, que reúne a ex mandatarios, criticó los "reflujos nacionalistas" que impiden un acuerdo sobre la energía en la UE.

"Yo tomé la decisión de la moratoria [para construir nuevas centrales nucleares] hace veintitantos años por dos razones: la seguridad y el agobio y sobrerresponsabilidad" que suponía la imposibilidad de eliminar los residuos radiactivos, explicó González. Pero esas circunstancias han cambiado, según el ex presidente, gracias al incremento en la seguridad, con la mejora tecnológica de las instalaciones, y a los avances sustanciales en la gestión de los residuos, por lo que "deberíamos replantearlo".

González participaba en la quinta Asamblea General del Club de Madrid -una organización que reúne a 68 ex jefes de Estado y de Gobierno con el objetivo de fortalecer la democracia en el mundo-, que este año está centrada en el tema de la seguridad energética. Para el ex mandatario, "es inevitable una crisis de oferta energética" en menos de 10 años, no por falta de recursos, sino por la ausencia de una "estrategia política que acompañe a las estrategias empresariales de inversión". Una crisis que tendrá como consecuencia "un aumento exponencial de la tensión internacional".

La interrelación de energía y política y la vulnerabilidad e insostenibilidad del sistema actual planeó sobre las ponencias que ayer se desarrollaron en el edificio del Senado. El ex presidente chileno Ricardo Lagos, que preside la organización, destacó la energía "como factor de auge y caída" de países.

El economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, advirtió de que "el sistema energético actual no es sostenible ni aceptable", ni desde el punto de vista de los recursos, ni del medioambiental ni el moral. Birol subrayó que 1.600 millones de personas aún no tienen acceso a la electricidad y que en 2030, pese a las mejoras tecnológicas, sólo habrán disminuido a 1.400 millones. Birol apostó por "políticas más vigorosas", que aumenten la eficiencia y el uso tanto de las fuentes renovables como de la nuclear.

También Jannik Lindback, presidente del Consejo de Statoil, la petrolera estatal noruega, reconoció el desafío que supone el cambio climático y abogó por la transparencia en las relaciones con los Gobiernos.

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La dependencia europea de las reservas rusas y la reunión celebrada ayer por los Veinticinco con Vladímir Putin en Finlandia también estuvieron presentes entre los intervinientes. González criticó la imposibilidad de lograr acuerdos energéticos en Europa por culpa de "reflujos nacionalistas incomprensibles", cuando es fundamental para vencer la "peligrosa dependencia" que padece el continente.

El director del servicio de Estudios de Repsol-YPF, Antonio Merino, también destacó el problema de la "vuelta al nacionalismo de los recursos energéticos", que dificulta la inversión.

Almacén nuclear

Por otro lado,

el almacén de residuos radiactivos que el Gobierno español pretendía aprobar antes de 2007 tendrá que esperar, informa Rafael Méndez. La comisión interministerial encargada del asunto anunció ayer que prorroga el plazo para que los ayuntamientos pidan información hasta 2007. Los motivos, según fuentes de la negociación, es que los alcaldes que podrían estar interesados han pedido retrasar la elección hasta después de los comicios del próximo mayo. El Gobierno insistía en que la obra era urgente, aunque ha asumido que ningún alcalde se postulará a pocos meses de las municipales.

El Gobierno argumentó el retraso en que así podrá atender "las peticiones formuladas por municipios" sobre "aspectos técnicos del proyecto". La Asociación de Municipios en Áreas Nucleares (Amac) pidió en nombre de sus 73 municipios una serie de informes técnicos sobre el almacén a principios de septiembre. El Gobierno argumenta que esos informes tardarán tiempo, pero fuentes del proceso insisten en que la verdadera razón ha sido que los alcaldes han pedido más tiempo: "De nada le sirve al Gobierno tener un alcalde candidato si luego pierde las elecciones".

Estas fuentes admiten que fue un error del Gobierno fijar una fecha para la selección, aunque estuvo impulsado por la necesidad de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) por construir un almacén. En 2010 tienen que volver los residuos de Vandellòs I enviados a Francia y el contrato entre los dos países fija una penalización de 57.000 euros por cada día extra que se retrase la vuelta.

El Gobierno ve no hay tantos candidatos como esperaba y que su anuncio de invertir 700 millones en la construcción del almacén ha dejado indiferente a la mayoría de los ayuntamientos. Y los alcaldes que se han ofrecido, como el de Peque (Zamora), es conocido en el sector como "el ex alcalde de Peque".

La Amac se ha comprometido a elevar una comarca candidata pero exige que no haya prisa. El problema es que aunque un alcalde quiera, la comunidad autónoma puede oponerse, y el proceso coincide con las elecciones autonómicas en la mayoría de las comunidades.

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