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Fidel Castro dice que Europa es un "lobo hambriento"

El ex presidente cubano presenta en 'Granma'una visión muy crítica de la reciente cumbre de Lima

Para el ex presidente cubano Fidel Castro, la Europa que acudió a la reciente cumbre de Lima con Latinoamérica y el Caribe es un "lobo hambriento", al igual que Estados Unidos, según dice una columna de su serie Reflexiones, publicada ayer.

"La Europa que en esa reunión llevó la voz cantante es la misma que apoyó la guerra contra Serbia, la conquista por Estados Unidos del petróleo de Irak, los conflictos religiosos en el Cercano y Medio Oriente, las cárceles y aterrizajes secretos, y los planes de torturas horrendas y asesinatos fraguados por [el presidente estadounidense, George W.] Bush", afirma.

Sostiene que "esa Europa comparte con Estados Unidos las leyes extraterritoriales que, violando la soberanía de sus propios territorios, incrementan el bloqueo contra Cuba obstaculizando el suministro de tecnologías, componentes e incluso medicamentos a nuestro país".

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"Sus medios publicitarios se asocian al poder mediático del imperio", agrega el artículo, publicado en el diario oficial Granma a pocas semanas de que la Unión Europea decida si levanta o mantiene las sanciones que impuso a Cuba en el año 2003, tras una oleada de represión de disidentes en la isla.

Según Castro, EE UU y Europa "compiten entre sí y contra sí por el petróleo, las materias primas esenciales y los mercados, a lo que se suma ahora el pretexto de la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado que ellos mismos han creado con las voraces e insaciables sociedades de consumo". Son "dos lobos hambrientos disfrazados de abuelitas buenas", agrega la columna, que califica a Latinoamérica de "Caperucita Roja".

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En Lima, dice Castro, "se habló en inglés, alemán y otros idiomas europeos sin que partes esenciales de los discursos se tradujeran por las televisoras al español o al portugués, como si en México, Brasil, Perú, Ecuador y otros, los indios, negros, mestizos y blancos —más de 550 millones de personas, en su inmensa mayoría pobres— hablasen inglés, alemán u otro idioma foráneo". Cuba estuvo representada en la cumbre por el primer vicepresidente, José Ramón Machado Ventura.

En Lima, afirma, "se dio a entender que las armas que adquiere un país amenazado de genocidio por el imperio, como lo ha sido Cuba desde hace muchos años y lo es hoy Venezuela, no se diferencian éticamente de las que emplean las fuerzas represivas para reprimir al pueblo y defender los intereses de la oligarquía, aliada a ese mismo imperio".

"La IV Flota [estadounidense] no se menciona, por supuesto, en los discursos que se televisaron de aquella reunión, como fuerza intervencionista y amenazante", dice el líder cubano.

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