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El Fine Gael negocia una coalición con los laboristas en Irlanda

El Fine Gael (FG), de centroderecha, y el Partido Laborista empezaron ayer las negociaciones para formar un Gobierno de coalición en Irlanda. El próximo taoiseach (primer ministro), Enda Kenny, y el líder laborista, Eamon Gilmore, se reunieron ayer por la tarde junto a sus equipos negociadores y se espera un pacto esta semana.

Kenny, de 59 años, es un hombre casi desconocido en Europa y, sin embargo, lleva más de ocho años al frente del Fine Gael y 36 en el Parlamento. Fue elegido diputado a los 24 años en unas elecciones parciales, sucediendo en el escaño a su padre, que acababa de fallecer. En Irlanda no es infrecuente que los escaños permanezcan en la misma familia y especialmente en zonas rurales como esta. Su bautismo europeo no será fácil: quiere suavizar las condiciones del paquete de rescate de la economía irlandesa pactado en noviembre con la UE y el FMI.

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La victoria del Fine Gael es indiscutible, pero no lo bastante amplia como para poder gobernar en solitario. Cuando aún quedaban ayer por atribuirse 12 de los 165 escaños en juego en los comicios del viernes, el FG se había atribuido 70; los laboristas, 36; el hasta ahora gobernante Fianna Fáil, que ha sufrido una derrota humillante, tan solo 18, la cuarta parte de los que obtuvo en 2007; el Sinn Féin, 13, y los candidatos independientes, 17.

El formidable resultado de los laboristas, que han doblado sus votos y casi doblan también sus 20 diputados de hace cuatro años, hace que la coalición con el Fine Gael sea la salida más natural para la formación de gobierno. Pero aunque los dos partidos ya gobernaron juntos en 1994-1997 y antes también en los años ochenta, el acuerdo ahora no es fácil dada la distancia que les separa en sus programas, sobre todo en el calendario para reducir el déficit público: el Fine Gael quiere reducirlo al 3% en 2014 y los laboristas apuestan porque sea en 2016 para suavizar el ajuste fiscal.

Aunque los laboristas irlandeses no son especialmente radicales, su presencia en el Gobierno puede ayudar a hacer girar una pizca a la izquierda a un país profundamente conservador. Sus dos grandes partidos tradicionales, el Fianna Fáil y el Fine Gael, se enmarcan ambos en el centroderecha y sus diferencias en la actualidad son mínimas, aunque en el pasado diferían sobre la forma de alcanzar la independencia de Irlanda frente a Reino Unido. Los dos partidos son, sin embargo, flexibles y pragmáticos, lo que les ha permitido abrazar políticas de distinto signo.

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El otro gran triunfador de las elecciones es el Sinn Féin, que ha triplicado votos y escaños, aunque partía de una base modesta. Los independientes también han incrementado votos y presencia, pero, paradójicamente, pueden perder influencia porque si el Fine Gael y los laboristas forjan una coalición, no tendrán el peso que tuvieron en la pasada legislatura.

Resultados

- Fine Gael. 70 diputados. 36.1% de los votos.

- Partido Laborista. 36 diputados. 19.4%.

- Fianna Fáil. 18 diputados. 17.4%.

- Independientes y partidos minoritarios. 17 diputados. 14.8%.

- Sinn Féin. 13 diputados. 9.9%.

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