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El fiscal apoya la extradición del argentino que pilotó 'vuelos de la muerte'

Julio Alberto Poch, que permanece en prisión incondicional en España, ha sido reclamado por la justicia de Argentina

El Fiscal de la Audiencia Nacional ha apoyado la extradición solicitada por las autoridades de Argentina de Julio Alberto Poch, el piloto acusado de haber tripulado varios de los vuelos de la muerte, en los que oficiales de la marina arrojaban vivos al mar desde los aviones a detenidos por la dictadura militar que habían sido torturados en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) en Argentina, entre 1976 y 1983.

Poch, que permanece en prisión incondicional en España, había sido reclamado por la justicia argentina. El argentino ha negado que hubiera pilotado aviones sobre la desembocadura del Río de la Plata desde los que se hubieran lanzado a personas drogadas pero vivas. También ha negado que hubiera estado destinado en la ESMA, aunque sí ha reconocido que pertenecía a las fuerzas armadas en aquella época, pero que nunca participó en ningún crimen.

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El piloto, detenido el 22 de septiembre en el aeropuerto de Manises (Valencia) cuando iba a partir hacia Ámsterdam en un vuelo comercial, se había negado a ser entregado a las autoridades argentinas.

La hija de Poch pide la intervención de la princesa Máxima de Holanda

En un intento de evitarle una posible condena a cadena perpetua a su padre, la hija de Julio Poch le ha pedido a la princesa Máxima de Holanda, nacida en Argentina, que interceda por él. En una carta reseñada por el rotativo De Telegraaf, la hija de Poch le recuerda a la esposa del heredero de la casa de Orange que también su padre estuvo involucrado en la dictadura militar del general Videla. Jorge Zorreguieta, ya jubilado, fue secretario de Estado de Agricultura.

Siempre ha dicho que desconocía la guerra sucia contra la oposición, pero su pasado estuvo a punto de impedir el matrimonio de Máxima con el príncipe Guillermo Alejando. Al final se llegó a un acuerdo, y no se le permitió acudir a la boda de su hija.

A la vista del contenido de la misiva firmada por la hija de Poch, el Servicio de Información del Estado holandés ha puntualizado que la princesa Máxima "no puede involucrarse en asuntos de esta índole".

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