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Francia descarta la regularización masiva de inmigrantes

El ministro de Inmigración afirma que los contratos de trabajo se revisarán "caso por caso" pese a las protestas de empleados.- Asegura que España e Italia "han renunciado" a la política de permisos masivos

El ministro francés de Inmigración, Brice Hortefeux, ha asegurado que no habrá "ninguna operación de regularización masiva" ante las protestas que protagonizan unos 800 trabajadores inmigrantes del sector de la restauración que llevan una semana en huelga para denunciar su situación, en la que pagan sus impuestos y cotizan en la Seguridad Social pero pueden ser deportados en cualquier momento.

En una entrevista publicada hoy por Le Figaro, Hortefeux ha avanzado que la única opción para los expedientes presentados ayer por esos inmigrantes es "un examen caso por caso en función de la realidad del contrato de trabajo, de la situación del empleo en un sector en tensión o en un departamento".

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El responsable de Inmigración ha justificado ese tratamiento individualizado "en sectores que tengan grave escasez de mano de obra", pero también ha recordado que España e Italia, que procedieron a regularizaciones masivas en el pasado, "han renunciado oficialmente a esa política".

El ministro quiere responder a la presión de estos trabajadores y de la Confederación General del Trabajo (CGT), que apoyan sus reivindicaciones. También la patronal de la hostelería, que da trabajo a cerca de 800.000 personas, de las que casi un 10% son inmigrantes, respalda las protestas. Hortefeux ha cuestionado en la entrevista las cifras que estos últimos días han dado responsables patronales de 50.000 ó incluso 100.000 sin papeles que estarían trabajando en Francia.

Clandestinos

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"Algunos patronos, afortunadamente no la mayoría, optaron un tiempo por la facilidad al contratar clandestinos porque no tenían derechos sindicales ni salario mínimo. A otros los engañaron. Pero eso ya no es posible", ha dicho el ministro de Inmigración galo en relación a la reglamentación que él puso en marcha desde julio del pasado año.

Gracias a esa normativa, que obliga a los empresarios a verificar con la Administración que los documentos que les presentan los trabajadores a los que contratan son legales, sólo en París se han detectado un 10% de fraudes de 62.635 demandas. El ministro de Inmigración ha indicado que el pasado año el número de clandestinos bajó un 6%, algo que "no se había producido desde hace una generación".

De acuerdo con su balance, en los cinco últimos años Francia ha expulsado a 110.000 sin papeles y en 2007 fueron detenidos 1.688 empresarios por haber empleado a clandestinos (un 40% más que en el ejercicio precedente).

Hortefeux ha negado que se vaya a promover la inmigración laboral, que sería una "prima a la ilegalidad" y, además, no se justifica teniendo en cuenta la tasa de paro, sobre todo de los inmigrantes que ya están en Francia, que es superior al 20%, frente a menos del 8% para el conjunto de la población.

Mientras tanto, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, tratará hoy de poner en perspectivas sus reformas en una larga entrevista que será televisada a partir de las 18.00 GMT.

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