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Margaret Thatcher: "No me desagrada la comparación con De Gaulle"

En el número 10 de Downing Street, Margaret Thatcher aparece más elegante, más segura de sí, incluso más joven que cuando en 1979 subió la escalera de la histórica residencia citando a san Francisco de Asís: "Dios concede llevar armonía donde hay discordia llevar la verdad donde hay error, la fe donde hay duda, la esperanza donde hay desesperación". En esta entrevista exclusiva, la primera ministra británica se pronuncia duramente contra el proyecto Delors para la CE, expresa un juicio positivo sobre Gorbachov y reafirma la necesidad de una modernización del arsenal nuclear de la OTAN.

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Aferrada al poder desde hace 10 años y, según muchos observadores políticos, destinada a permanecer en él otro decenio, la señora es realista y pragmática, pero detesta los compromisos, sobre todo aborrece los largos giros de las frases de los políticos que no quieren expresarse claramente sobre los grandes temas que están obligados a afrontar.Pregunta. Algunos comentaristas políticos han expresado la opinión de que hay diversidad de puntos de vista sobre las prioridades políticas; por ejemplo en el tema de la integración europea. ¿Está usted verdaderamente empeñada en la realización de la unidad de Europa?

Respuesta. El Reino Unido está comprometido con Europa desde hace cerca de 2.000 años. Nuestro destino está en Europa. Formamos parte de la comunidad europea, una comunidad que ha sido creada sobre la base de la voluntad de las naciones soberanas e independientes y a través de su cooperación. Quiero ver a estas naciones esforzarse juntas y más eficazmente en objetivos económicos y políticos que podamos alcanzar colegiadamente por el bien común y por el resto del mundo. Europa es más fuerte cuando marcha unida. Pero para hacerlo no tenemos necesidad de abdicar la soberanía nacional para centralizar los poderes en Bruselas. Ni tenemos necesidad de multiplicar normas y reglamentos. Hecha esta premisa, mi respuesta a su pregunta sobre Europa es: sí. Por supuesto, quiero ver a Europa más unida y con un sentimiento más fuerte de los objetivos comunes. Pero para realizar esta integración necesita aceptar la realidad de las naciones europeas con su propia historia, sus propias tradiciones y sus propias características, que ningún reglamento puede cancelar.

No quiero ver una Europa federal, y estoy convencida de que no es realizable. Es precisamente el modelo que no es realizable. Ni quiero ver una transferencia en bloque del poder soberano de los Parlamentos hacia Bruselas. Un fenómeno que se produciría si las propuestas del grupo Delors sobre la unificación económica y monetaria fueran plenamente adoptadas.

Realidad diferente

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P. Su concepto de Europa recuerda al de la Europa de las patrias del general De Gaulle. ¿Está de acuerdo?R. La comparación no me desagrada del todo. Pero las realidades de Europa son diferentes a las de los años sesenta, porque ahora en la CE estamos también nosotros, porque se han llevado a cabo políticas comunes y tenemos el Acta única. Como le he dicho, quiero una Europa más unida pero sin que se pierda su patrimonio cultural y sin quedarse reducida a la uniformidad. No soy menos contraria que el general De Gaulle a la supresión de aquellas tradiciones políticas y culturales que dan a Europa su fuerza.

P. Usted ha sido la primera estadista occidental en establecer que Mijail Gorbachov es un hombre con el que Occidente puede tratar. ¿Cree que su previsión se haya realizado y sea compartida ahora por los demás líderes políticos? ¿Cree que el mundo sea ahora más seguro, con menores peligros de una guerra?

R. El mundo es ciertamente más seguro que hace algunos años. Ha habido cambios fundamentales en la Unión Soviética. He llamado a este fenómeno "revolución pacífica" hace pocos días, cuando Mijail Gorbachov estaba en Londres. El pueblo soviético ha obtenido más libertad y más espacio para las iniciativas individuales.

P. Ha habido también cambios en la política exterior.

R. Mijail Gorbachov ha hablado en el Guildhall de voluntad de eliminar "dogmas fosilizados" y de la necesidad de crear un sistema pacífico basado en la libertad de elección y un equilibrio de intereses diversos. Gorbachov había dicho cosas muy parecidas en las Naciones Unidas el pasado diciembre. Además, nuestro huésped ha demostrado que intenta cooperar más estrechamente con Occidente. Por ejemplo, ha desempeñado un papel positivo en África para estabilizar Namibia. Moscú ha mantenido también la promesa de abandonar Afganistán y con los rusos hemos alcanzado progresos en las negociaciones para el control de armamento, en términos de derechos humanos y en la solución de los problemas de las regiones inestables del mundo Todo ello ha contribuido a crear más confianza en las relaciones Este-Oeste.

Estoy contenta de tales resultados. Todos estamos satisfechos. Pero no se puede concluir que haya llegado el momento de renunciar a nuestro esfuerzo por defendernos con armas eficaces y modernas o que haya llegado el momento en el cual puedan reducirse la fuerza y la unidad de la OTAN. Porque hemos mostrado nuestra firme decisión en la defensa del mundo libre es por lo que la URSS ha comprendido la futilidad de la confrontación armada y ha comenzado a aceptar el tipo de ideas y de iniciativas que habíamos estado avanzando durante muchos años.

P. ¿Podría hacer un balance de la reciente visita que el presidente Gorbachov ha hecho a Londres?

R. Creo que hemos desarrollado este argumento cuando respondí a su anterior pregunta. Sin embargo, querría añadir que la visita ha sido buena, muy buena. Hemos mantenido coloquios excelentes; con el presidente Gorbachov y con su ministro de Exteriores, Shevardnadze, sobre todos los aspectos de las relaciones Este-Oeste. Mijail Gorbachov me ha invitado a la Unión Soviética una vez más el año próximo para una ulterior ronda de conversaciones. El presidente soviético me ha subrayado su total compromiso con el proceso de reforma en curso en la Unión Soviética. Creo, como cree él, que el único camino para el futuro de su país es el que ha emprendido. Le he dicho que tiene nuestro apoyo porque cuando los ciudadanos soviéticos sean más libres y más ricos, todos nos beneficiaremos de ello. Hay todavía muchos motivos de desacuerdo, el primero de todos el del armamento, pero, como me ha dicho el propio Gorbachov, hemos aprendido a no dramatizar nuestras divergencias. Estamos de acuerdo y existen perspectivas de progreso generales en muchas áreas de las relaciones Este-Oeste.

P. Sin embargo usted siente la necesidad de que Occidente permanezca en guardia, y per esa razón considera importante que se proceda a la modernización de los misiles nucleares de corto alcance, incluidos los Lance.

R. Desde luego. Me desagrada tener que repetirme, pero creo que es importante subrayar una vez más el concepto de que una defensa fuerte es el mejor medio de prevenir una guerra. Debemos ser fuertes también cuando parece que las cosas van del mejor modo posible; por consiguiente, en Europa debemos mantener algunas armas nucleares. Todos nosotros en la OTAN estamos de acuerdo sobre este concepto. Y para que la disuasión sea creíble tiene que ser eficaz. Por esto nuestras armas nucleares van a ser modernizadas y dotadas de nuevas y precisas tecnologías. La Unión Soviética ha hecho exactamente lo mismo con sus fuerzas armadas.

Los jefes de Gobierno de los países de la OTAN se mostraron de acuerdo en marzo de 1988 sobre el mantenimiento de nuestro aparato militar -nuclear y convencional- modernizado. Este compromiso debe ser respetado. La OTAN debe mostrar la continuidad de su fuerza y de su firmeza en su 40º aniversario.

Nueva era en África

P. Bajo su liderazgo el Reino Unido ha vuelto a tener un papel protagonista en asuntos internacionales. Usted ha visitado África recientemente. ¿Prevé progresos hacia la estabilización del África austral? Su petición a Pretoria de que Nelson Mandela sea liberado, ¿es una de las prioridades de la política exterior británica en esa región?R. Mi visita a Suráfrica me ha convencido de que estamos entrando en una nueva era en aquella región. Se han realizado importantes acuerdos a propósito de Namibia y sobre la retirada de las tropas cubanas de Angola. Estos acuerdos nos muestran cuánto se puede realizar con pacientes negociaciones. El plan de las Naciones Unidas ha tenido un difícil comienzo con las fuerzas armadas de la SWAPO (Organización Popular del África del Suroeste) que realizaban incursiones en Namibia, contraviniendo los compromisos adquiridos. En esta situación se hace imperativo apoyar la autoridad de la ONU: sólo las Naciones Unidas merecen toda nuestra confianza. Debemos animar a Suráfrica a continuar en el camino de aquellos cambios de los que el país tiene necesidad. El apartheid debe ser abolido y debe haber negociaciones con los representantes de todas las organizaciones políticas.

Debe acabar la violencia de todos los bandos. Cuando en marzo me reuní con el primer ministro Botha en Londres le pedí que liberase a Nelson Mandela, incondicionalmente, porque creo que éste podría ser el paso más importante hacia la apertura de negociaciones. Debo añadir otro punto. Cuando Suráfrica dé este paso, que todos nosotros hemos deseado tanto, esto tendrá un impacto decisivo en nuestra política hacia esa área y para su futuro.

P. Al afrontar el terrorismo, el Reino Unido ha roto relaciones diplomáticas con Libia, Siria e Irán. ¿Cree que los demás países europeos deberían seguir su ejemplo, asumiendo al menos una postura firme frente a los regímenes conectados a la actividad terrorista?

R. Nuestra política sobre el terrorismo es la única justa: ninguna negociación, ninguna concesión a los terroristas, a los secuestradores, a quienes toman rehenes o a sus padrinos. No hay lugar para las medias tintas. Además, debemos estar unidos en condenar totalmente a los Gobiernos que patrocinan a los terroristas o que tienen connivencias con su actividad. Desde 1986 los doce han tomado medidas respecto a Libia y Siria. Estas medidas no deben ser suavizadas sin una prueba convincente de que ambos regímenes han abandonado todo tipo de apoyo al terrorismo internacional. Por lo que respecta a Irán, nos gustaría mantener con este país relaciones normales. Pero eso depende de Teherán. Las amenazas iraníes de violencia contra ciudadanos británicos son intolerables.

Estamos muy agradecidos por el apoyo que hemos recibido de nuestros 11 socios europeos en febrero, incluida la retirada de sus embajadores en Teherán "para consultas".

P. El Reino Unido celebra el décimo aniversario de la primera victoria electoral de usted, y por tanto su permanencia en Downing Street. Muchos de sus compatriotas cantan Diez años todavía. ¿Cree que sus deseos podrán cumplirse?

R. Lo que es importante para mí es que las cosas en las que creo y por la realización de las cuales me he esforzado en el último decenio puedan proseguir totalmente y con el mismo empeño en el futuro próximo.

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