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Yeltsin acusa a Gorbachov de boicotear la reforma económica en la URSS

Pilar Bonet

El presidente del Parlamento ruso, Borís Yeltsin, acusó ayer al presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, de boicotear la reforma económica en el país, pocas horas después de que comenzaran a conocerse los primeros detalles del plan económico por el que se ha decidido finalmente Gorbachov. Éste, aseguran los primeros lectores del texto, ha hecho algunas concesiones importantes al jefe del Gobierno de la URSS, Nikolái Rizhkov.

Yeltsin, que intervino ayer por la tarde de forma inesperada, dijo que el enfrentamiento entre la dirección soviética y la de la Federación Rusa ha llegado al límite y que no es posible seguir coexistiendo así.El líder ruso, que ha venido arrastrando las consecuencias del accidente automovílistico sufrido el pasado 21 de septiembre, afronta así el debate que se producirá en los próximos dias, y en el que el Parlamento de la URSS debe decidir definitivamente sobre el modelo de transición al mercado.

El presidente Mijaíl Gorbachov intervendrá el próximo viernes ante el Soviet Supremo de la URSS para defender su concepción de la reforma con la esperanza de que ésta pueda ser aprobada esta misma semana. El plan firmado por Gorbachov -que fue repartido ayer a los parlamentarios soviéticos-, supone en la práctica que Gorbachov se ha alineado con las ideas del primer ministro de la URSS, Nikolai Rizhkov, y ha traicionado las propuestas más radicales contenidas en el programa de los 500 días adoptado por la Federación Rusa, según opinaban ayer medios reformistas radicales.

El texto, que consta de 70 páginas, fue acabado de limar en la madrugada del lunes al martes. La idea de un programa con plazos fijos bien delimitados ha sido sustituida por la de "directrices básicas" que deben ser concretadas por las diversas repúblicas de la URSS, según manifestó un diputado soviético.

Diferencias

Una de las diferencias con el programa de los 500 días, que avala el académico Stanislav Shatalin, miembro del Consejo Presidencial de la URSS, está en la subida de precios.

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"El programa presidencial, de hecho, contiene la variante del incremento centralizado de los precios al por mayor y de compra a los productores por el Estado, en tanto el programa de Shatalin contempla la formación libre de los precios manteniendo fijos, en una etapa inicial, los de un centenar de bienes de consumo considerados básicos.

La privatización no será tan rápida como preveía el programa de Shatalin y las empresas agrícolas tendrán el derecho de decidir su destino. Desaparece la obligación establecida en el programa de Shatalin de declarar la tierra de los koljoses y sovjoses como suma de parcelas de sus integrantes, según Victor Kucherenko, jefe de la comisión de planificación y presupuesto del Parlamento soviético.

Borís Yeltsin dijo ayer que si el Parlamento de la Unión Soviética adopta el programa de Gorbachov, Rusia considerará las siguientes alternativas de comportamiento:

1. Realizar de forma independiente su programa de 500 días ignorando el plan central, lo que supondría tener su propia divisa, su propio banco, su propia aduana y su propio Ejército. En la práctica equivaldría a la secesión de Rusia de la URSS.

2. Repetir el intento de crear una vez más una coalición de centro-izquierda con Gorbachov en nuevas condiciones. El líder ruso consideró que el acuerdo con Gorbachov del pasado agosto no es ya válido, culpó al presidente soviético y puso como condición para volver a entenderse con el líder de la URSS que Nikolai Rizhkov y la mayoría de sus ministros cesen, y se forme un Gobierno soviético de coalición donde Rusia tenga la mitad de los ministerios.

3. Adoptar una postura pasiva, esperar a que el programa se hunda y que las condiciones obliguen a Moscú a volver al programa de los 500 días.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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