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Milosevic anuncia a Grecia que nunca reconocerá la victoria de la oposición

Ramón Lobo

El presidente serbio, Slobodan Milosevic, opta por el búnker. No habrá reconocimiento de la victoria de la oposición en Belgrado y en otras 13 ciudades. Este anuncio fue transmitido anoche a Vuk Draskovic, uno de los líderes de la coalición Zajedno (Unidos), por el ministro griego de Exteriores, Teodoros Pangalos, quien lo supo horas antes por boca del propio Milosevic, con quien se entrevistó. El reflejo de este endurecimiento se notó de inmediato en la calle, donde la presencia policial fue ayer masiva.

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Una ringlera de vehículos policiales de todo tipo impidió a los manifestantes ocupar la calle de Terrazje, y se tuvieron que conformar con la peatonal Knez Mihailova. Bajo un aguacero de nieve y un frío intenso, el número de manifestantes fue menor que en los días pasados.En la misma línea de bloqueo político, la Comisión Electoral de Nis, la segunda ciudad de Serbia, volvió a rechazar ayer la victoria de la coalición Unidos al negarse a revisar los resultados de los comicios municipales.

Hoy es una jornada clave. Es Nochevieja, según el calendario juliano por el que se rige la Iglesia ortodoxa. La oposición prepara una gran fiesta a las ocho de la tarde en el centro de Belgrado. Tras el aparente enroque de Milosevic, la marcha servirá para medir la capacidad de Zajedno para mantener las protestas más tiempo. "Milosevic es más un caso parecido al de Ion lliescu [en Rumania] que el de Franco. Es mucho más débil que hace dos meses, pero está por ver si esto es suficiente como para que se vaya del poder", explica un alto cargo de Zajedno.

"Aquí ha sucedido algo verdaderamente importante, mucho más que las manifestaciones: se ha quebrado la cadena del miedo. El que utiliza el dictador para hablar a sus súbditos. Ha desaparecido la apatía. La sociedad se está articulando. Ésta es la base de la democracia. Es un proceso imparable", dice Zarko Trebiessanin, profesor de Psicología en Belgrado. "Milosevic está en el proceso inverso: el aprendizaje de la debilidad", añade.

Novica Milic, un investigador que prepara un CD-Rom sobre la protesta, es claro: "Milosevic es sólo un nadador que aprovecha las corrientes. Resuelve los problemas por la fuerza, nunca por la negociación. Sin armas, no hay ideas". Zajedno no descarta que el presidente serbio opte ahora por la violencia para acabar con las manifestaciones. "Si ha sido capaz de hacer lo que ha hecho en Croacia y Bosnia, no me sorprendería nada", dice un portavoz.

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Aleksandra Mancic cree que Milosevic ha cometido el error de su vida al anular la victoria de Zajedno en las municipales. "Lo único que ha conseguido es unir a la oposición, que antes estaba dividida, y despertar la conciencia de la gente". Milenko, un serbio gordinflón enamorado de España, hace sonar la bocina de su Mercedes durante la cacerolada vespertina: "Nadie me va a quitar mi derecho constitucional a decir lo que pienso: que Milosevic es una gran mierda".

A Milosevic se le termina el segundo mandato como presidente de Serbia en diciembre. No puede presentarse a la reelección. La ley no lo permite y carece de mayoría parlamentaria suficiente como para enmendar la Constitución. "Sus planes eran, antes de esta protesta, presentarse como candidato a presidente de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) o a primer ministro de la Federación. Este cargo tiene, en teoría, mucho poder, mucho más que el de primer ministro de Serbia, pero hoy está ocupado por una marioneta de Milosevic. Si se colocara él en el cargo podría. perpetuarse", dice Novica.Elecciones en diciembre

"El. problema es que ahora el panorama ha cambiado", apunta Aleksandra. "Si no reconoce el fraude de noviembre tendrá marchas callejeras cada día durante todo el año, y si lo admite, la oposición tendrá 11 meses para demostrar si vale en las alcaldías de las 14 ciudades más importantes". "Si se logra la liberación de los medios de comunicación, en las elecciones de diciembre estará fuera del juego", añade Novica.

Zoran Djindjic, uno de los tres líderes de Zajedno lo ha dicho con claridad. "El objetivo principal es echar a Milosevic sin violencia. Y eso lleva su tiempo". "Nadie puede saber hoy si Milosevic caerá inmediatamente o no", dice la fuente diplomática europea. "Cuanto más se resista a admitir los resultados más cerca estará del desastre o de emplear la fuerza".

"Su equivocación fue llamar a la OSCE. Pensó que le facilitarían una salida", dice Novica. "El dictámen de [Felipe] González dio combustible a la oposición", admite Aleksandra. "Al principio éramos muy pocos en las calles, ahora, pero cada día crece la protesta y se extiende por el país". El profesor Trebiesanin admite que está cansado tras de casi dos meses de protesta. "Pero cuando veo el informativo de la televisión, me cabreo, y bajo a la calle".

"Esto es como la transición española", dice un diplomático. "Allí había un vínculo que unía a la oposisión más variopinta: Franco. Aquí sucede algo parecido".

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