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El Gobierno de EE UU se prepara para presentar más cargos contra los presos de Guantánamo

El secretario de Defensa levantará la orden que impide imputar más acusaciones a los internos del penal

El Gobierno estadounidense está tomando medidas para incrementar el uso de las comisiones militares -una especie de tribunales de guerra- para presentar nuevos cargos contra detenidos en la prisión de Guantánamo, donde mantiene detenidos a unos 174 "combatientes enemigos", arrestados capturados en la guerra estadounidense contra el terrorismo. Pese a que el presidente, Barack Obama, prometió el cierre del controvertido penal, la vía para la clausura está encontrando todo tipo de dificultades, desde la oposición republicana al cerrojazo hasta la entrega a otros países de los detenidos o el escaso castigo a un reo que fue llevado ante la justicia civil.

Según informa el diario The New York Times, el secretario de Defensa, Robert gates, levantará en breve una orden que bloquea la presentación de nuevos cargos contra los detenidos, orden que él mismo estableció el día de la toma de posesión del presidente Obama. Así, por vez primera desde que Obama accedió al cargo, podrán presentarse nuevas acusaciones contra los reos por la vía de las polémicas comisiones militares. Tras las elecciones legislativas del mes de noviembre, los republicanos, opuestos al cierre de Guantánamo, se hicieron con el control de la Cámara de Representantes (baja) del Congreso, el desmantelamiento del penal se hizo más difícil.

El diario neoyorquino estima que en pocas semanas se presentarán nuevos cargos contra detenidos que ya han sido señalados por el departamento de Justicia como susceptibles de ser juzgados ante comisiones militares, como Abd al Rahim al Nashiri, un saudí acusado de planear el ataque contra el buque estadounidense USS Cole en Yemen en octubre de 2000, entre otros.

El pasado mes de noviembre, el tanzano Ahmed Ghailani, sobre el que pesaban 285 acusaciones por los atentados contra las embajadas estadounidenses de Kenia y Tanzania, fue juzgado por un tribunal civil. Obama veía en el traslado a la justicia civil de los casos de los reos de Guantánamo y en su envío a otros países, vías para el cierre del penal. Pero Ghailani, juzgado en Nueva York, solo fue condenado por uno de los cargos, que podría acarrearle una condena de entre 20 años y cadena perpetua. Se supuso entonces que una comisión militar habría sido más contundente, entre otras cosas porque en el juicio civil no se aceptó la confesión del acusado, por sospechas de haber sido obtenida bajo tortura.

Obama anunció, nada más tomar posesión del cargo, el cierre de la prisión de Guantánamo, creada para alojar a los combatientes enemigos detenidos por el ejército estadounidense en su guerra contra el terrorismo en Irak y Afganistán. La intención es que Guantánamo estuviera clausurado a principios de 2010, pero desde el principio se vio que no sería fácil.

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