El Gobierno de centro-derecha en Portugal se presenta como la "mayoría para el cambio"

El acuerdo para la formación de un Gobierno de centro-derecha en Portugal entre el Partido Social Demócrata (PSD) y el Centro Democrático Social (CDS) ya es un hecho desde primera hora de esta tarde. "Nos espera una tarea gigantesca. Vamos a liderar la gran transformación que el país demanda", ha dicho en un hotel de Lisboa el nuevo primer ministro y líder del PSD, Pedro Passos Coelho, tras la firma del acuerdo titulado Mayoría para el cambio. Su aliado, Pablo Portas, máximo dirigente del CDS y probable ministro de Exteriores, ha añadido que "el coraje, el cambio y la moderación" marcarán el rumbo del nuevo Gobierno, que pone fin a seis años de mayoría socialista en Portugal. Las elecciones del pasado 5 de junio dieron 105 diputados al PSD, y 24 al CDS, lo que les garantiza la mayoría absoluta en el Parlamento unicameral de 230 escaños.

La composición del Gabinete y su programa serán presentados "a su debido momento al presidente de la República", ha precisado Passos Coelho, que hoy se ha negado a dar la más mínima pista sobre número de Ministerios y nombres de ministros. Sí lo hizo ayer en unas declaraciones, en las que dijo que el titular de Finanzas, pieza clave del futuro Gobierno, será un independiente.

Los dos pilares de la alianza gubernamental han reconocido la gravedad de la situación portuguesa, "al borde del límite", que obligó al Gobierno saliente del socialista José Sócrates a pedir un rescate financiero externo de 78.000 millones de dólares, para poner en orden las cuentas públicas. Passos Coelho ha prometido un Ejecutivo "estable" y con "un mandato claro", que no se limite solo a cumplir los acuerdos con los prestamistas internacionales (Unión Europea y Fondo Monetario Internacional), sino que encare también "todas las transformaciones necesarias, para que Portugal salga de un vez de este ciclo de peticiones de ayuda externa". Ha mencionado, concretamente, la reforma de las estructuras económicas, la garantía de la movilidad social y la ayuda a los que menos tienen.

Con la mira puesta en la evolución de la situación griega, que planea sobre Portugal como una tenebrosa amenaza de contagio, Passos Coelho y Portas han subrayado su firme voluntad de "recuperar la confianza de los portugueses y de los mercados". Confianza en las instituciones no solo políticas, sino en las de otro contenido, como universidades y empresas. Para lograr este objetivo, ha reiterado el nuevo primer ministro, "el Gobierno tiene que dar ejemplo", presentando más resultados que palabras.