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Sarkozy pide a Colombia que mantenga a Chávez como negociador con las FARC

Álvaro Uribe pone fin a la mediación del presidente venezolano por hacer preguntas al jefe del Ejército colombiano

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, ha puesto un brusco punto y final a la labor de mediación que encargó al presidente venezolano, Hugo Chávez, para lograr la liberación de los secuestrados por la guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El motivo de la decisión ha sido el contacto de Chávez con el alto mando militar colombiano, algo que Uribe le pidió expresamente que no hiciera. La decisión ha causado consternación entre los familiares de la ex candidata a la presidencia colombiana, Ingrid Betancourt, en poder de las FARC desde hace cinco años, y también en el Gobierno francés, que pide a Uribe que reconsidere su postura.

Según ha declarado una fuente próxima a la presidencia francesa a la agencia AFP, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, va a pedir a Uribe por carta que "mantenga el diálogo" con Chávez para que éste continúe con su labor de mediación, que le fue encargada el pasado mes de agosto. Francia es parte interesada en el conflicto porque Ingrid Betancourt, ex candidata a la presidencia colombiana, en poder de las FARC desde 2002, tiene también la nacionalidad francesa y parte de su familia vive en Francia. Sin embargo, el principal asesor del presidente colombiano, José Obdulio Gaviria, ha afirmado que la decisión de Uribe es "irreversible".

Uribe ha puesto hoy fin a la labor de Chávez con un comunicado que ha leído el secretario de Prensa, César Mauricio Velásquez. "El presidente de la República [de Colombia] considera terminadas las labores de facilitación de la senadora [de la oposición colombiana] Piedad Córdoba y la mediación del presidente Hugo Chávez y les agradece su ayuda", dice la nota. Y da la razón de este abrupto final. "Hoy, la senadora Piedad Córdoba ha llamado por teléfono al comandante de la Armada, el general Mario Montoya, pidiéndole una cita, y después le ha pasado con el presidente Chávez, que le ha hecho preguntas sobre los rehenes de las FARC".

Justamente algo que Uribe le había pedido expresamente que no hiciera. El presidente colombiano pidió a Chávez el pasado 10 de noviembre, en la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile, que no se pusiera en contacto directo con altos responsables de su administración, en particular del ejército.

Chávez aceptó el pasado 31 de agosto buscar un acercamiento con las FARC para que libere a los 45 rehenes (políticos, soldados, policías y estadounidenses) a cambio de que el Estado deje libres a unos 500 guerrilleros presos. Uribe también le encomendó una misión similar a Piedad Córdoba, senadora por el Partido Liberal y una de las mayores opositoras del gobierno. Sin embargo, la labor empezó a empañarse recientemente por la insistencia de Chávez en reunirse con el jefe de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, Tirofijo, algo a lo que Uribe se oponía mientras no fueran puestos en libertad los secuestrados.

Consternación

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La decisión de Uribe ha causado "consternación" entre los familiares de Ingrid Betancourt. Fabrice Delloye, ex marido de la candidata, ha calificado de "dramática" la noticia. "Sea cual sea la personalidad de Chávez y de la senadora Córdoba, estos mediadores eran personalidades insustituibles para llegar en breve a un acuerdo humanitario" que permitiese la liberación de los secuestrados e incluso "un acuerdo de paz", ha dicho Delloye. "Uribe es un hombre extremadamente difícil capaz de cambiar de idea de hoy a mañana. demuestra que no quiere encontrar una solución pacífica y que no quiere que los rehenes vuelvan".

Las dos asociaciones francesas de apoyo a la secuestrada también han expresado su sorpresa y "consternación" y piden a Uribe que reconsidere su decisión. "Uribe ha roto nuestra esperanza una vez más, practicando el arte de la hecatombe, la única disciplina en la que destaca, desgraciadamente".

Marlene Orjuela, portavoz de las familias de los militares y policías secuestrados, ha calificado la decisión de Uribe de "día triste para las familias de los secuestrados". "Contactar directamente con el jefe del ejército colombiano es una gran torpeza que Chávez es capaz de hacer, pero incluso si es verdad, la reacción extrema de Uribe demuestra un rechazo total a negociar con las FARC. Desde la reunión de Chávez con Sarkozy Uribe no hace más que poner obstáculos a un intercambio", ha dicho un diplomático europeo bajo condición de anonimato.

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