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Gordon Brown vetó presionar a Libia para que compensara a las víctimas del IRA

Libia pagó los exámenes médicos que permitieron la excarcelación de Al Megrahi, según varios medios británicos

El primer ministro británico, Gordon Brown, vetó personalmente un intento de obligar a Muamar El Gadafi a establecer una compensación económica a las víctimas de los atentados del IRA, que recibía el material explosivo del régimen libio, para evitar poner en peligro la relación comercial con Libia., según publica hoy el diario The Sunday Times. El rotativo británico revela documentos que demuestran el especial interés que tomó Brown en una campaña para resarcir a 2.500 familiares de víctimas de atentados cometidos por el IRA con Semtex, explosivo que obtenía de Libia.

Concretamente, The Sunday Times difunde una carta que Bill Rammell, ex responsable ministerial para Oriente Próximo, envió a uno de los heridos de un atentado en Londres en 1996, en la que le explica que los contratos petroleros con Libia están detrás de la decisión del Gobierno de Londres de no actuar al respecto. "Libia es ahora un socio vital para el Reino Unido a la hora de garantizar la seguridad energética futura para el Reino Unido y es también un socio clave en la lucha contra el terrorismo. Entiendo que será de poco consuelo para usted, pero es vital para la seguridad presente y futura del Reino Unido que esto siga así", dice la carta de Rammell en uno de sus párrafos.

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Las cartas también demuestran que Brown estuvo personalmente involucrado en la decisión de no presionar a Gadafi en este tema. En una carta con fecha del 7 de octubre de 2008 remitida a Jason McCue, abogado que representa a las víctimas de la violencia republicana irlandesa, el primer ministro afirma: "el Gobierno del Reino Unido no considera apropiado entablar una conversación bilateral con Libia sobre este asunto". "Aunque la relación entre el Reino Unido y Libia incluye desde luego el comercio, la cooperación bilateral es ahora amplia en muchos niveles, particularmente en la lucha contra el terrorismo.

Hasta ahora, Brown ha rechazado que haya habido consideraciones de tipo económico para condicionar la relación con el régimen de Trípoli, y a principio de semana trató de zanjar la polémica sobre el caso de Al Megrahi con una contundente declaración. "No hubo conspiración, no hubo tapaderas, no hubo acuerdos cruzados, no hubo un acuerdo sobre petróleo, no hubo un intento de dar instrucciones al Gobierno escocés, no hubo garantías privadas al presidente de Libia (Muamar el Gadaffi)", dijo Brown.

Pago a los médicos de Al Megrahi

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Esta información se suma a las que apuntan a que el Gobierno británico decidió entregar este verano a Libia a Abdelbaset Al Megrahi, condenado por el atentado de Lockerbie que costó la vida a 270 personas en 1988, para no comprometer su relación con Libia, sobre todo en el ámbito comercial y petrolero. En una entrevista publicada este sábado por el The Daily Telegraph, el ministro de Justicia, Jack Straw, admitió que cuando el Gobierno consideró en 2007 por primera vez incluir a Al Megrahi en un acuerdo con Libia sobre repatriación de presos los intereses comerciales ya fueron considerados un factor crucial.

Hoy varios medios británicos aportan más datos sobre el proceso de excarcelación de Al Megrahi y aseguran que las pruebas médicas que llevaron al ministro de Justicia escocés, Kenny MacAskill, a poner en libertad al único condenado por el atentado de Lockerbie fueron financiadas por el Gobierno libio, que animó a los tres médicos que le atendieron a afirmar que sólo le quedaban tres meses de vida, según el Sunday Telegraph.

Una expectativa de vida de tres o menos meses es crucial para determinar la puesta en libertad de un recluso en Escocia por "compasión", como ocurrió con Al Megrahi, que padece un cáncer terminal de próstata. En su caso, dos de los tres médicos que contrató Libia dieron este plazo de tiempo, mientras que el tercero reconoció que le quedaba poco de vida. Esto contrasta con los médicos que le habían atendido en junio y julio y que habían llegado a la conclusión de que le quedaban unos 10 meses de vida.

El profesor Karol Sikora, uno de los médicos que examinó al preso y que es director médico de CancerPartnersUK en London, declara en el diario que "la cifra de los tres meses fue sugerida como útil" por las autoridades libias. El médico explica que inicialmente consideraba "imposible" ofrecer esa estimación, pero "cuando lo revisé, parecía que sí podía hacerse". Fue entonces cuando él y un segundo doctor, un libio, estimaron legítimmente que la esperanza de vida de Al Megrahi era de "unos tres meses". El veredicto de los tres médicos, dos de ellos de Reino Unido, fue empleado como prueba por el ministro de Justicia escocés, Kenny MacAskill, para determinar que Al Megrahi debía ser puesto en libertad.

Abdelbaset Ali al Megrahi, en esta foto difundida el 31 de agosto, yace una cama de un hospital de Trípoli
Abdelbaset Ali al Megrahi, en esta foto difundida el 31 de agosto, yace una cama de un hospital de TrípoliAFP

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