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Elecciones en Perú
Columna
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¿Hay un candidato menos malo?

Es difícil decir cuál de los candidatos presidenciales que compiten en la segunda vuelta electoral de Perú, Keiko Fujimori y Ollanta Humala, sería menos malo para la democracia peruana. Ambos tienen antecedentes horribles.

Fujimori es hija del expresidente Alberto Fujimori, quien durante su mandato dio un auto-golpe y cerró el Congreso en 1992, y hubiera tratado de permanecer eternamente en el poder si los países latinoamericanos y Estados Unidos no le hubieran impuesto sanciones. Ahora está preso, cumpliendo una condena de 25 años por violaciones de los derechos humanos y corrupción.

Keiko Fujimori dice que los hijos no tienen la culpa de los pecados de sus padres, y que ella era una adolescente en 1992, cuando su padre clausuró el Congreso. Pero el hecho es que, pocos años más tarde, Keiko reemplazó a su madre en el papel de primera dama de Perú, y que no hace mucho afirmó que el Gobierno de Fujimori fue "el mejor de la historia de Perú".

No apuesto por ninguno; dudo de la sinceridad de ambos aspirantes
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Humala, un exoficial del Ejército, estuvo involucrado en dos intentos de golpe militar, y fue candidato presidencial en 2006 con un discurso radical de izquierda y el apoyo de Venezuela. Su padre, Isaac Humala, es un exdirigente comunista y fundador del Movimiento Etnocacerista, que aboga por un régimen racista-indigenista, y su hermano Antauro está preso por una sangrienta intentona golpista contra un Gobierno democrático en el año 2005.

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Ollanta Humala ahora niega que haya participado en esos intentos de golpe, y dice que su modelo ya no es el presidente venezolano, Hugo Chávez. Pero el hecho es que Humala apoyó ambos intentos golpistas, y que la plataforma de su partido hasta hace poco proponía la fórmula chavista para reformar la Constitución y perpetuarse en el poder.

Entonces, ¿cuál de los dos sería el mal menor?

El escritor y periodista Álvaro Vargas Llosa -quien, como su padre, el premio Nobel Mario Vargas Llosa, respalda a Humala- dijo que, de resultar electo, Humala no sería un peón de Chávez. "No existe la más remota posibilidad de que Humala se quede un minuto más de los cinco años de su mandato", asegura. "Eso lo cambió en 2007, cuando rompió con Chávez y se acercó [al expresidente de Brasil Luiz Inácio] Lula da Silva".

¿Cómo puede estar tan seguro, considerando que tanto Chávez como sus pupilos en Bolivia y Ecuador dijeron lo mismo en su momento?, le pregunté a Vargas Llosa. Me respondió señalando el hecho de que Humala tendría que gobernar con una minoría en el Congreso, que existe un amplio consenso prodemocracia y prolibre mercado en Perú tras dos décadas de crecimiento económico, y que el sector empresarial y gran parte de los medios están en su contra. "En el caso de Venezuela, Chávez no tenía un gran contrapeso", dijo Vargas Llosa. "Aquí, si Humala va en contra del establishment, no dura cinco minutos".

Hernando de Soto, un economista de fama internacional que se menciona como probable primer ministro de Keiko Fujimori en caso de que resulte elegida, me dijo en una entrevista que las credenciales democráticas de Fujimori son muy superiores a las de Humala. "A diferencia de su contrincante, ella nunca apoyó un golpe", dijo. "Por el contrario, luchó por la democracia en dos ocasiones cuando era primera dama. La primera vez, para librarse de Vladimiro Montesinos [el exjefe de inteligencia] cuando este dominaba el Gobierno, y la segunda cuando se opuso a que su padre se presentara a un tercer mandato".

¿Cómo puede estar tan seguro de que un Gobierno de Keiko no será controlado por su padre?, le pregunté. "Porque ella ha declarado claramente que quiere limpiar su nombre de cualquier transgresión cometida por su padre", respondió.

Mi opinión: sé que voy a desilusionar a muchos de ustedes al no apostar por ninguno de los candidatos, pero lo cierto es que dudo de la sinceridad de ambos. Me siento como Fernando de Szyszlo, artista peruano y uno de los mejores amigos de Mario Vargas Llosa, que en una entrevista con el diario El Comercio dijo: "Lo siento, pero no puedo votar a ninguno de los dos".

Supongo que muchos peruanos sienten lo mismo y que votarán exclusivamente según su conveniencia económica. Los más pobres de los pobres votarán por Humala y las nuevas clases medias emergentes votarán por Fujimori.

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